Maravillosa labor de todo el conjunto en una interpretación de 'La consagración de la primavera' que enfervorizó al público y que fue calificada por un antiguo director titular de la OSCyL como “la mejor que he escuchado nunca en directo”
El plato fuerte era el 'Oratorio según imágenes de la Biblia' (título inventado) de Fanny Mendelssohn, que se había interpretado en el Auditorio Nacional el día anterior.La obra actualmente está publicada en una edición discutible, con partes espurias (se trabajó con un manuscrito incompleto), pero la música es de gran calidad y personalidad, y muestra una clarísima influencia de Bach, que aparece en cualquier lugar felizmente combinado con momentos de ímpetu romántico magníficamente conseguidos
«Anthology of Fantastic Zoology», basada en un libro de Borges donde se nos describen algunos seres mitológicos antropomorfos, se muestra en su ejecución como un brillantísimo compendio de ideas descritas orquestalmente con una imaginación sin límites
El último acto fue el más refinado, con unos elementos perfectamente aprovechados (gran cama principal y colchón en el suelo donde Annina duerme a los pies de su señora).Pavone estuvo realmente bien: combinó equilibrio con arrojo siempre desde unos cánones muy ortodoxos que favorecieron la concentración en la música y en lo que estaba ocurriendo.
La fuerza de González-Monjas, esa perpetua extroversión, además de una capacidad constructiva que demostró el profundo conocimiento de la partitura, se llevó de calle al público, y logró una respuesta magnífica con una obra que tampoco es precisamente fácil de escuchar en una primera audición.
Rafael Aguirre es un guitarrista muy creativo desde el dominio técnico del instrumento y con una sensibilidad capaz de mostrar matices inesperados en cualquier nota perdida.Nada carece de importancia cuando lo interpreta este gran músico, al que hay que escuchar sí o sí en repertorio trillado;
Toda interpretación necesita un motor complejo que la aleje de una visión obvia como conjunto y que abra así un abanico de posibilidades amplio;y no sé cuál es el motor que mueve a Pablo Ferrández, ni tengo claro cómo quiere él que se recuerde su aportación al Concierto de Saint-Saëns, salvo por un minucioso trabajo interior muy bien realizado.
Genial es Vilde Frang porque hace música desde el trabajo y desde la continua justificación del fraseo.La intencionalidad llega diáfana.Se mueve entre unos límites en los que jamás compromete la coherencia interna de su estilo, y eso hace que jamás no se vislumbren salidas de tono en la visión de conjunto.
Daniel Ciobanu ofreció una radical visión del Concierto para piano nº 3 de Prokófiev y la sala se vino abajo.La clave para ello fueron su espectacular virtuosismo, “aparecido” en un momento en que el público vivía ayuno de pirotecnias en el CCMD;
Pensado como homenaje a Miles Davis y en general a toda la tradición de la música norteamericana, Kind of Concerto es una obra elegante, nada enfática, cuya diáfana estructura e inspiración melódica la convierten en un divertimento que tiene algo de nostálgico, aunque su capacidad para evocar se hace siempre desde cierta distancia, de forma lúcida pero también fresca, en una especie de reflexión estilística.