En esta puesta en escena Carmen, en el fondo enamorada de alguien que la maltrata, prácticamente se suicida lanzándose hacia la navaja de don José y muere besándolo: decide así, sin esperar su asesinato, sacrificarse por un ideal, que es el de la independencia, aquí nombrado como “libertad”
Un repertorio poco habitual y que encantó al público dada su reacción.La directora Jeannette Sorrell exhibió técnica depurada y mucho carisma, dentro de un estilo híbrido en el que se intentaron aunar rasgos historicistas con otros donde el tipo de instrumentos de que constaba la OSCyL pudieran sonar con empaque y variedad.
Giltburg estaba en su particular y debussyano mundo y Sakari Oramo hacía encaje de bolillos de forma lenitiva para decidir cuándo respetaba al pianista y cuándo respetaba a la orquesta.
Final apoteósico pero serio y entusiasmo del público, que dedicó una larga ovación a los músicos en reconocimiento a una versión no perfecta pero muy disfrutable en múltiples aspectos.Lo espectacular, y además bien interpretado, gusta y vende.
Un concierto cuajado de aciertos que invitaron a disfrutar de la música sin sobresaltos en perfecta comunión con el maravilloso sonido de la orquesta Mozarteum de Salzburgo, un clásico en la obras del programa que llevó a los atriles.
La obra que se estrenó, de Manuel Martínez Burgos, Liminalis (¿abandonará alguna vez la música contemporánea el latín para sus títulos?), tiene evidentes ecos stravinskianos y resulta muy accesible, desde su brevedad y un mundo sonoro repleto de onomatopeyas y efectos coloridos
La cuerda, como siempre en Fischer, se erigió en el aspecto más expresivo desde su múltiple presencia y sólido armazón;por supuesto, dentro de un estilo moderno: es cálida sin llegar al sentimentalismo empalagoso.
Josep Pons y Patricia Petibon han colaborado estrechamente en ocasiones anteriores, y solo así se entiende la presencia en el escenario de la sala sinfónica de la soprano francesa, dado su calamitoso estado vocal.
Un concierto como este no sería el mismo desde la comodidad: en cierto modo la gélida catedral, la escasa iluminación, la dureza de los bancos, la poca visibilidad de los intérpretes, la falta de traducción que hace que se capten parte de las palabras pero no los textos enteros, etc.