La propuesta de Jonas & Lander habla de la recuperación de una tradición perdida, el fado bailado, pero en realidad tiene un alto porcentaje de creación y de fusión
Con el objetivo de rellenar dos horas de espectáculo, el sainete lírico ha sido ampliado en esta propuesta con otros fragmentos de zarzuelas madrileñas.No es la primera vez ni será la última que se haga esto, pero los añadidos son buenos si son útiles y aportan a la trama de la obra principal, si no, es un aderezo inútil y un flaco favor a la ligereza de acción, un argumento sencillo y condensado, que posee un título como "La revoltosa".
En una función donde las emociones a flor de piel y las confesiones a corazón abierto prevalecen durante algo más de una hora de duración, la excelente actriz Mabel del Pozo realiza un retrato verosímil, intenso y un punto descarnado, muy contrastado, de Maria Callas, en absoluto histriónico ni exagerado, con un tono donde se alternan la indolencia, la indiferencia y el sufrimiento.
Hadrian es una creación de tres autores profesionalmente muy competentes -Rufus Wainwright, Daniel McIvor y Robert Mapplethorpe- pero con talentos asimétricos.El poder de las imágenes de Mapplethorpe fagocita todo lo que sucede sull palco y, demasiado a menudo, los espectadores percibimos que desde el foso suena una banda sonora para Mapplethorpe.
El 'Concerto DSCH' es el fin de fiesta de esta magnífica exhibición de la Compañía Nacional de Danza, con el Concierto para piano nº 2 de Dmitri Shostakovich sirviendo de base para la colorida y colorista coreografía del ruso Alexei Ratmansky, que vio la luz en Nueva York en 2008, quizá la más atractiva visualmente de este tríptico.
Homoki yerra el tiro en su extrapolación temporal, pues la ambientación decimonónica que plantea no resulta eficaz a la hora de establecer relaciones entre italianos y austriacos.La propuesta tiende al galimatías y a la confusión, y el regista alemán se apoya en un gran muro móvil de color verde esmeralda como único elemento escenográfico durante los cuatro actos de la ópera, lo que deslocaliza las ubicaciones originales y priva a la ópera de toda su magnificencia
Sorprendentemente, en este 2022 se ha obrado el milagro de resucitar el mélos de las zarzuelas clásicas con fidelidad a la más pura tradición del género.Y se ha hecho, con motivo de la semana del Orgullo Gay en Madrid, con el estreno en los Teatros del Canal de 'El orgullo de quererte'.
Joan Castelló diseñó un programa desde el protagonismo de los instrumentos, relegando las cuestiones de estilo o género.Una perspectiva acorde con los criterios expositivos en el mundo del arte de las últimas décadas que priman la mirada del espectador sobre la visión del artista
Atronadoras ovaciones al final para lo que debe considerarse una versión deslumbrante de esta obra tremendamente exigente;a la altura de cualquier teatro internacional y bastante por encima de lo que se ve habitualmente en los escenarios madrileños propiamente dedicados a la ópera –esto es tan cierto como irónico.
La batuta de Juanjo Mena planifica el abigarrado orgánico de 'Juana de Arco en la hoguera' con atención al más mínimo detalle, tanto de los elementos serios como los más prosaicos.Su entendimiento de estas obras ha permitido experimentar, hasta el éxtasis y la sublimación final de una tragedia que concluye plácida y armónicamente en un suspiro, esa sensación de auténtica poesía sonora de unos cánticos corales que envuelven a la mundanidad más vulgar y a la más devota espiritualidad del texto de Paul Claudel.