'Schattenhaft' es difícil, pero no es aburrida.Escrita para orquesta tradicional con dos percusionistas y un piano, el lenguaje es muy radical, pero a estas alturas no presenta nada especialmente novedoso y el resultado auditivo -gracias a una escritura sin borrones y a una ejecución muy atenta por parte de orquesta y director- consigue un cierto ambiente de banda sonora que mantuvo el interés durante sus quince minutos de duración
Ha llegado el momento de dejar de lamentarse del rechazo del público hacia la música actual y del conservadurismo de las programaciones.Cierto es que los periodistas y críticos musicales que propagan tales lamentaciones rara vez asisten a los conciertos de las bandas y orquestas gallegas.
Pons aplicó coherentemente el mismo concepto a ambas sinfonías brahmsianas, quedando bien a las claras que ese concepto se había trabajado a fondo en los ensayos
La Real Filharmonía tocó como en sus mejores noches: la atención continuada a la batuta y la expresión de satisfacción de los músicos daban cuenta de que González logró que la orquesta atendiese incontables ideas que hicieron que el público quedase igualmente hipnotizado.
Deseo de corazón que González-Monjas administre con sabiduría su tiempo y su salud para atender sus numerosos empleos;y que cada vez que venga a Coruña demuestre que lo ha conseguido.
Naturalmente, es pronto para afirmar que el nombramiento de Brönnimann ha sido un acierto.Pero si prepara todos sus conciertos con la misma seriedad que le ha puesto a éste, podemos prometérnoslas felices.
El encargo del 'Oficio de caminantes' a Ricardo Llorca (Alicante, 1958) es una iniciativa muy bienvenida y ojalá sea un punto de inflexión que traiga otras propuestas semejantes.
Slobodeniouk tiene fe en el 'Triple Quartet' de Reich, lo que explica la precisión en la entradas, ataques, dinámicas y resultado tímbrico.Estos logros fructificaron en una interpretación fluída y emotiva que se benefició de la acústica del Auditorio ferrolano