Kavakos supo comunicar desde la exaltación más fogosa hasta el pathos netamente chaicovsquiano pasando por un inspirado lirismo, con una técnica impoluta al servicio de una innegable musicalidad.La cadencia fue de un impacto brutal, personalísima
La noche despegó cualitativamente con el ataque del tema inicial de la 'Sonata en La Mayor' de Cesar Franck con el sonido susurrante que Mutter imprimió a su violín, generando un clima de gran sensualidad y delimitando decisivamente el cambio tímbrico con respecto al universo beethoveniano previo
El público aplaudía y braveaba, y Sokolov tampoco tenía ganas de alejarse del piano, así que continuó con seis propinas, algunas poco más que esbozadas, como si sólo nos quisiera mostrar la belleza de una melodía, el encanto de un recurso armónico, cosas pequeñas pero maravillosas, como un niño que enseña sus tesoros.
Uchida destacó por el aspecto casi ritual de su forma de ofrecer y entender la música en general y la de Schubert en particular, ya que sus obras protagonizaban en exclusiva el programa.A este clima contemplativo, a caballo entre el ensimismamiento y cierto misticismo, contribuyeron las características intrínsecas de la propia obra de Schubert
Al igual que Yuja Wang, Flores posee una poderosa y original inteligencia musical que desborda el escenario, convierte en protagonistas a sus acompañantes y transforma la experiencia del concierto para su público.
Joaquín Achúcarro: "Sé que tendré que parar en algún momento, pero mientras yo seguiré estudiando, y seguiré intentando progresar, y seguiré preguntándole cosas al piano"
Los hermanos Kanneh-Mason diseñaron un programa en tres partes al estilo de hace cien años: una obra convencional de gran envergadura, una parte intermedia con un surtido de miniaturas bombones, y una tercera parte con una obra maestra -mejor si es una sonata-.
Sería interesante que la música hecha por mujeres cada vez fuera más tocada o dirigida por ambos géneros indistintamente;las grandes obras de la literatura musical son un enorme legado cultural y nuestra responsabilidad es mantenerlas vivas sin distinción de género.
Quien esto suscribe ha tenido la fortuna de asistir a numerosos conciertos y recitales protagonizados por Javier Perianes desde 1998, entre los cuales sus interpretaciones de los beethovenianos conciertos para piano y orquesta han sido siempre acontecimientos musicales de primera magnitud.
A lo largo de las casi dos horas que duró el concierto, el público disfrutó de lo lindo de casi una veintena de piezas polifónicas del Renacimiento español, la mayoría de ellas profanas, presentadas con una buena dosis de frescura y empatía, no exentas de musicalidad y, particularmente, limpieza en lo que respecta a la claridad y comprensión de las distintas líneas melódicas.