En nuestros tiempos es habitual que la 'Novena' de Mahler sea el único componente del programa.Pero estas 'Songs for Murdered Sisters' de Heggie-Atwood fueron una elección óptima para completar el concierto.
El ‘Requiem’ de Verdi ocupará siempre un lugar especial entre las obras de arte que dan testimonio de lo mejor que la especie humana ha sido capaz de producir