La aparente simplicidad de 'Songs of Wars I have seen' es una veladura que no oculta la complejidad conceptual, retórica y textural de una obra emocionalmente intensa, cuya ejecución implica serias dificultades interpretativas.
La actitud de Manuel Capdevila es la de mirar hacia adelante, de trabajar para un futuro mejor y dedicarse a su pasión que es la música y lo hace con coraje y una gran capacidad de trabajo.Sus archivos, su agenda y su empatía son extraordinarios.
Josep Colom ya no tiene necesidad de demostrar nada y ofreció un recital muy personal combinando repertorio pianístico e improvisaciones, acaso no muy atractivas pero que le dan un aire especial al concierto, algo muy conveniente toda vez que el repertorio interpretado es bastante manido y existen buenas o excelente grabaciones de todo lo que toca.
El bolo llegó con la ejecución del Quinteto en do mayor gracias al buen hacer de Fernando Arias, violoncelista invitado, que acertó a concertar e impulsar a sus compañeros ocasionales, que en esta ocasión lograron hacer sonar con claridad las melodías sin que ello signifique una mejora en la afinación o en la calidad textural.
Muchas de las obras eran estrenos mundiales o estrenos en Nueva York y yo sentía mucha inquietud al pensar si el público iba a responder positivamente cuando escuchara obras a las que nunca había tenido acceso anteriormente;
En medio de esta apocalíptica catástrofe que ha paralizado la actividad de mucho más de medio mundo y que está a punto de exterminar al homo sapiens en un abrir y cerrar de ojos, el votante de Cataluña vive su propio apocalipsis político.
Sofya Melikyan interpretó tres de las Goyescas de Enrique Granados: Los Requiebros, La Maja y el Ruiseñor y El Amor y la Muerte, que interpretadas por Sofya, elegante, colorista y expresiva, saben a poco y me recuerdan a la gran Rosa Sabater, para mí la mejor embajadora de Granados.
Fueron alumnos predilectos del compositor leridano Félix Ràfols i Ràfols, Frederic Longàs i Torres, Francesca “Paquita” Madriguera i Rodón, Pau Martí i Roca, Concepció “Conchita” Badía i Millàs, Frank Marshall i King, Ferran Via i Freixas, Frederic Lliurat i Carreras, Lluís Farrús i Pijoan, Joan Llongueras i Badia y Baltasar Samper i Marquès, entre otros muchos.
La familia Gal-Lloberas se instaló definivamente en Barcelona no más tarde de 1888.En esa época la hija mayor, Paula, contrajo matrimonio con el industrial e hijo de industrial José Achón Bitz.Enrique Gal i Lloberas, más pequeño que su hermana Amparo, se casó en Barcelona con María Josefa Boguñà i Freixas.