No hay porqué dar el premio Birgit Nilsson a un artista de ópera.Basta con que el premiado exhiba cualidades estrictamente enumeradas como necesarias para definir un quehacer musical destacado, con un estilo interpretativo reconocible como excepcional.
La Nilsson cosechaba papas, ordeñaba vacas y cantaba varias horas por día hasta el punto de recibir serias advertencias de que si no se cuidaba se le iban a debilitar las cuerdas vocales.“Pero parece que ocurrió lo contrario: más cantaba y más fuertes se ponían mis cuerdas vocales"
La Fundación Birgit Nilsson, dedicada a promover el legado de esta cantante y en general de la tradición operística sueca, ha decidido entregar su beca 2020 a la mezzo-soprano sueca Emma Sventelius