En los atriles, sólo Mozart, en la línea de recuperación de los orígenes del Festival en torno al salzburgués, sus antecedentes y sus consecuentes. La fórmula es sencilla y da título a este texto. Con Mozart en su festival quedaron claras dos cosas: primera, que en el catálogo de Mozart se puede encontrar obra poco conocida y muy atractiva por su calidad y, segunda, por qué la Sinfónica es una orquesta reconocida en Europa por la calidad en sus interpretaciones de su obra. La OSG quedó reducida para la ocasión a los límites lógicos para esta música, con sólo 40 elementos, 29 de ellos de cuerdas. El resultado, un sonido totalmente mozartiano: transparente, sutil, ligero y profundo de la primera a la última nota.La Chaconne, qui reprend... et tourne à reprendreLa música de ballet para ópera resulta siempre algo desagradecida en concierto.…
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