La forma de cantar de Joyce DiDonato en la primera parte de este recital me sorprendió desagradablemente. Esos extractos de Cesti o Giacomeli no le van nada a un tipo de emisión que siempre ha tenido su punto fuerte en la zona media-alta. Las obras elegidas son muy graves para ella, lo que la obligó a descuadrar todo el mecanismo y a tratar de disimularlo con una retahíla de brusquedades expresivas poco aptas para quien conozca las mejores interpretaciones de la mezzo en otros repertorios. Realmente, yo no daba crédito al escuchar todo ese sonido hinchado, inútil, que le hacía marrar cualquier ataque que se acercara al agudo, y que provocaba ostentosas desafinaciones en unos graves descolocados, dubitativos.
La letra "a" (de forma mantenida abunda, por ejemplo, en "Sposa, son desprezata") se emitía tan guturalizada que llegué a pensar en…
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