Un refrán español dice respecto a los diez mandamientos sagrados que: "El undécimo es no molestar". Palabras que recordé varias veces a los largo de este concierto 17 de la SMR, porque lo que podía haber sido una combinación interesante se convirtió en una velada vocal muy interesante enturbiada por dos bailarines cuyas intenciones o relación con la música que estaban cantando los miembros de Vocalconsort Berlin no llegué a entender.
El escenario central lo ocuparon los bailarines mientras el coro cantó primero en la parte superior de la Iglesia de la Merced (convertida tras su desacralización en una biblioteca todavía muy vacía de libros), apenas a la vista; luego en el piso intermedio, donde ya se les veía algo y oía mejor; y sólo al final del concierto en la parte de abajo.
Comentarios