España - Andalucía
Bailando con elefantes
José Amador Morales
El quinto concierto de abono de la Real Orquesta Sinfónica ofreció un interesante programa musical, bien que algo escueto, bajo el sugerente título de “Bailando con elefantes” que sin duda alude al carácter sinfónico de la música presentada y, por qué no, a la envergadura de los compositores citados.
El concierto se abrió con la clásica Sinfonía nº1 de Beethoven, hábilmente contrastada por la batuta de García Rodríguez (entiéndase aquí en sentido virtual pues el maestro de origen gaditano dirigió con sus manos). Los amplios tempi colaboraron sin duda a ello, a pesar de cierta brusquedad en algún que otro ataque. La primera parte finalizó con la coreográfica Circus Polka de Stravinsky compuesta, como escribe Martín Llade en sus notas al programa, “para un espectáculo de circo (…) en la que además de los paquidermos actuaría Vera Zorina, esposa del coreógrafo, subida encima de uno de ellos. El compositor se plegó al encargo, confiriendo, en efecto, carácter circense a la pieza (no olvidemos que la recreación del mundo del espectáculo no le era nada ajena…) si bien la forma polca como tal se presenta algo diluida…”. Rasgos éstos que en esta versión quedaron puestos de manifiesto acertadamente, en virtud, qué duda cabe, de una respuesta orquestal a gran nivel.
Pero si brilló especialmente la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla en este concierto fue en la segunda parte con la Sinfonía nº9 de Shostakovich, la más breve de su corpus sinfónico. Ese genial engranaje entre masa orquestal y solistas (magnífica la sección de viento madera), entre la opulencia rítmica y esa suerte de ensimismamiento lacerante por otra parte tan consustancial al compositor de San Petersburgo, fueron magníficamente servidos con perspicacia por la dirección de García Rodríguez. El público, no en vano, expresó su satisfacción aclamando con generosidad a los artistas al final de la velada.
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