Madrid, martes, 26 de enero de 2016.
Teatros del Canal. Sala negra. El caballero de la triste figura, ópera en siete escenas, prólogo y epílogo con libreto y música de Tomás Marco sobre la novela El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha de Miguel de Cervantes. Estrenada en el Teatro Circo de Albacete el 27 de diciembre de 2005. Guillermo Heras, dirección de escena. Mónica Runde, coreografía. Rafael Garrigós, escenografía. Ana Rodrigo, figurines. Miguel Ángel Camacho. María José Suárez, Narración. Alfredo García, Don Quijote. Eduardo Santamaría, Sancho Panza. María Rey-Joly, Dulcinea, Ventero, Montesinos, Condesa y Pedro Recio. Javier Ferrer, Dácil González, Mar López e Inés Narváez, bailarines. Coro y orquesta titulares del Teatro Real. Manuel Coves, director. Aforo vendido en su totalidad desde semanas antes del estreno, 120 localidades. Asistencia, 108 espectadores.
En un reciente comentario sobre Pierre Boulez -"el último de mis maestros"-, Tomás Marco manifiesta que le consta que Boulez "se quedó con las ganas de hacer una ópera. Quizá temía hacerlo pero sí le atraía aunque también se ha dicho que no. Pero nunca encontró un libretista capaz de convencerle y eso lo puedo entender perfectamente pues hay muchos a los que nos ha pasado y pasa lo mismo." Este comentario me permite entender los motivos que llevaron a Marco a convertirse en el libretista de El caballero de la triste figura, aunque siga sin entender porque no se aplicó a si mismo el rasero que, previamente, aplicó a todos los libretistas incompetentes a los que alude. Cuando repaso en mi memoria los muchos libretos delirantes que conozco, ganan por varias cabezas los escritos por los propios compositores -La señorita Cristina o La página…
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