La OCNE dio comienzo a su temporada 2019/2020 con un programa dedicado a la Segunda sinfonía de Mahler, que es usual que se interprete como única obra en un concierto sinfónico.
Esta sinfonía, que no es de las más populares del compositor austríaco, no es tampoco de frecuente interpretación pues se trata de un tremendo trabajo. Como toda obra sinfónica de gran aliento, es de gran complejidad, más que melódica, estructural. Adicionalmente, se trata de una composición que en sala de conciertos – y en grabación de verdadera Hi Fi – pide una disposición instrumental propia de la vieja escuela germánica, es decir, antifonal, con los violines divisi (primeros, a la izquierda y segundos, a la derecha), además de con los contrabajos en un plano superior a la izquierda. Christoph Eschenbach, Principal Director Invitado de la OCNE, de sólida…
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