En su quinta edición, que no es una mayoría de edad pero por lo menos indica ya que un festival ha cuajado y no es 'flor de un día', el Festival Little Opera de Zamora ha tenido que adaptar lo que iba a ser una edición conmemorativa a un festival que ha conseguido conservar una de sus sus premisas básicas, la de la autenticidad, y sobre todo ha mantenido la música en vivo y en directo. Claro que la autenticidad de Little Opera se basa en el hecho de presentar las pequeñas óperas, u óperas de cámara, en sus versiones originales, con instrumentación completa y no las típicas reducciones para piano. Pero precisamente su inteligencia ha estado en comprender que los principios hay que mantenerlos mientras no sea más razonable y mejor renunciar a ellos, y que hacer óperas con piano es más auténtico que retransmitirlas digitalmente, entre otras…
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