Matilde Blanco Granados (1/2): una cantante olvidada

Matilde Blanco © Dominio público

A veces es difícil discernir la calidad de un cantante del pasado a partir de las crónicas de su época, más cuando se trata de cantantes españoles, con una prensa muy dada al elogio, en el que frecuentemente el aspecto físico se mezclaba con el rendimiento escénico. Lo que sí podemos afirmar es que hemos olvidado a nuestros cantantes del pasado, salvo las excepciones que la fama ha mantenido en la memoria colectiva. Otros, quizás no tan ilustres, permanecen en el limbo de los cantantes olvidados. Pero algunos tuvieron sus grandes momentos de gloria y dieron a sus públicos momentos de gran goce musical.

Hoy me ocupa de una de esas cantantes, a quien quizás recordaríamos si no hubiera emigrado joven y por amor a Italia, llevándose consigo a sus padres. Un amor que no la apartó de la carrera operística, como a muchas otras cantantes de su época, pero también un amor que duró muy poco tiempo y que derivó en una amistad de por vida.

Hablo de Matilde Sara Blanco Granados, conocida artísticamente como Matilde Blanco-Sadun o Sara Blanco-Sadun, nacida en Posadas, Córdoba, el 22 de mayo de 1887 y fallecida en Milán el 10 de abril de 1962. Fue una mezzosoprano y contralto operística de gran relieve en algunas de sus interpretaciones. 

Artículo biográfico sobre Matilde Blanco, publicado el 10 de octubre de 1920. © Dominio público.

Matilde nació en Posadas, según la mayoría de las fuentes, o en La Carlota según otras, dos poblaciones muy cercanas entre sí de la provincia de Córdoba. Entre las que indican Posadas están algunos artículos de diarios y algunas de las declaraciones realizadas por Matilde Blanco cuando llegó a los Estados Unidos de América, aunque es cierto que en alguna indicó Sevilla como lugar de nacimiento. No obstante, en ninguna de sus declaraciones aparece La Carlota, algo que solo se encuentra en algunas breves biografías. El pueblo de Posadas la considera hija propia.

Vino al mundo el 22 de mayo de 1887, hija de José Blanco y de Antonia Granados, siendo sobrina del tenor cordobés Francisco Granados (Almodóvar del Rio, 1870 – 1946)¹. Matilde era prima hermana de la profesora y editora Margherita “Juana” Granados Cellanova (1901-1978), hija del tenor, nacida en Pavía, Italia, de madre italiana, Berenice Cellanova.

Ignoro realmente cómo y cuándo inició Matilde sus estudios de canto, pero lo cierto es que acabó recibiendo clases en el Conservatorio de Música y Declamación de Madrid, estudiando con el barítono Napoleone Verger, antiguo profesor del tío de Matilde, Francisco Granados.²

La primera aparición que he encontrado en hemerotecas nos remite a su contrato como comprimaria para la temporada de invierno 1905-1906 del Teatro Eldorado de Barcelona³, en una temporada que se inauguró el 14 de octubre de 1905. En aquel momento todavía era alumna de Napoleone Verger, como se deduce de su participación el 14 de mayo de 1906 en un concierto organizado por Verger con sus alumnos, en el cual tomaron parte Emilia Fernández, Luisa Polo y Matilde Blanco, entre las cantantes, y Antolín Sapela, Félix Revello, José del Alcázar –“hijo de los marqueses de Peñafuerte”–  y José León Samaniego.⁴

“Como voces excepcionales, verdaderamente hermosas, sólo apareció una, la de la señorita Matilde Blanco: voz de contralto potente, bien timbrada, extensa, digna de un teatro de primer orden, que es lástima que no perfeccione su talento, para lanzarse de lleno a la vida artística”.⁵ 

Días después, el 18 de mayo de 1906, participó en un concierto de la Capilla Isidoriana en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, cantando como solista un Nocturno del compositor danés Asger Hamerick (1843-1923) y participando en otras obras para varios solistas.⁶

“De los solistas que tomaron parte en el concierto, cumplieron discretamente la señorita Matilde Blanco y los Sres. Revello y Jouve, distinguiéndose notablemente la señorita Pilar Lacambra, que vale mucho y puede llegar muy lejos si se lo propone y continúa estudiando”.⁷ 

Poco después, en el verano de ese año, el profesor de aquel centro Napoleone Verger organizó un cuarteto de cantantes seleccionados de entre sus alumnos, que ofrecieron algunos conciertos por el norte de España⁸. Entre ellos, se encontraba también Enriqueta Aceña, además de los mencionados Antolín Sapela y Félix Revello. En el grupo viajó también la arpista y profesora del Conservatorio de Madrid Vicenta Tormo de Calvo⁹, quien algunos años después sería profesora del gran arpista Nicanor Zabaleta (1907-1993), cuando éste tenía siete años de edad, y Manuel Calvo, marido de Vicenta Tormo, quien dirigía la orquesta.

“Componen este cuarteto la soprano lírica señorita Enriqueta Aceña, ventajosamente conocida; la señorita Matilde Blanco Granados, mezzo-soprano de facultades espléndidas; don Antolín Sapela, tenor de hermosa voz que debutó el pasado invierno en Valladolid, su patria, con ruidoso éxito, y don Félix Revello, barítono que reúne condiciones ventajosísimas para la carrera teatral. Este cuarteto actuará en compañía de la orquesta que dirige el reputadísimo maestro señor Calvo”.

En 1906, después de la gira norteña, Matilde fue contratada por el empresario del Gran Teatre del Liceo de Barcelona Alfredo Volpini¹⁰, para la temporada 1906-1907. Debutó en el teatro en noviembre de 1906 en Maria di Rohan de Gaetano Donizetti, acompañando a Mattia Battistini, en el papel protagonista, y a la soprano Emilia Corsi. En abril de 1907 cambió de teatro, aunque no de ciudad, participando en La Favorita de Donizetti en el Teatro Novedades de Barcelona.

“Les participo que en este teatro se hizo una Favorita comme il faut. Matilde Blanco lució su bonita voz de mezzo-soprano, adornando con florituras los pasajes que lo requerían y dando adecuada expresión a otros pasajes, como por ejemplo al aria. El Sr. Cortada (tenor) obtuvo una verdadera ovación en la famosa romanza ‘Spirto gentil’. Y completaron el excelente conjunto la Srta. [Fernanda] Duval y los Sres. Romeu y [Vicente] Gasparini, que al igual que el maestro [Joan] Goula Fite fueron llamados al escenario a saludar al público”.¹¹ 

Meses más tarde fue contratada para la temporada del Teatro Pizarro de Valencia, recibiendo su beneficio el 16 de julio, que fue organizado con la interpretación de la ópera Carmen de Georges Bizet¹², en la que ella cantó el rol protagonista, un papel que cantaría numerosas veces a lo largo de su carrera. La compañía que actuó en el Pizarro contaba con las sopranos Mercedes Ranz, Sofía Palacios y Enriqueta Aceña, las mezzo-sopranos Matilde Blanco y Adela Gasull, los tenores Joan Valls, Félix de La Sierra y Miguel Mulleras, los barítonos José Segura y Joan Palou, los bajos Agustín Calvo y Manuel Candela, con la dirección de Francisco Camaló.¹³ 

Matilde Blanco Granados. © Dominio público.

La continuación de la gira llevó a la compañía, entre otras ciudades, a Almería, al Teatro de Variedades, con una compañía que debutó el 10 de septiembre y en la figuraban las sopranos Elena Forns, Luisa García Rubio y Sofía Palacios, Matilde Blanco como mezzo-soprano, los tenores Luis Iribarne y Félix La Sierra, los barítonos Gustavo Claverio y Corts¹⁴ y los bajos Fururia y Dubois, con la dirección musical de Joaquín Armiñana¹⁵. El 3 de octubre cantaba el papel de Maddalena de Rigoletto de Verdi, junto con Félix La Sierra, como Duque de Mantua, Enriqueta Aceña como Gilda y Gustavo Claverio como Rigoletto¹⁶. El día 6 de octubre le tocaba el turno a Il Profeta de Giacomo Meyerbeer, una representación en la cual Matilde cantó el papel de Fidès, convaleciente de no sabemos qué enfermedad:

“El profeta es una ópera en cinco actos durante los cuales [José] Tanci no hace otra cosa que invocar al Altísimo y meter mano a un puñal por quítame allá esas pajas. La Matilde Blanco, convaleciente aún, sobresalió en el aria del primer acto y en la dramática escena del cuarto. La Aceña, como siempre, discreta, elegante y enamorada de su particella. Los demás, bien”. Firmaba la crónica “Perico el de los Palotes”.¹⁷ 

Más tarde se trasladaron a Granada, donde representaron el día 17 de octubre en el Teatro Cervantes la ópera Gli Ugonotti de Giacomo Meyerbeer, con el exitoso debut de Rosa Vila y la participación de Enriqueta Aceña, José Tanci, Félix La Sierra, Agustín Calvo y Gustavo Claverio¹⁸. Al día siguiente, Matilde, Enriqueta Aceña, Iribarne, Calvo, Tanci, Corts y Fuster cantaban en el mismo escenario Il Profeta¹⁹. El 20 de octubre terminaba la temporada granadina para Matilde Blanco, con la representación de Aida en el papel de Amneris, con Rosa Vila en el de Aida y Félix La Sierra como Radamés²⁰. Al día siguiente la compañía interpretó la última obra de la temporada, La Africana de Meyerbeer, sin la participación de Matilde. 

Como curiosidad, otra compañía, ahora de teatro, ocuparía el Cervantes a continuación, con otra Matilde Blanco en el listado, pero en este caso una actriz que en aquella época cosechaba también bastantes éxitos. Se trataba de la Compañía Borrás, del actor y empresario Enric Borrás i Oriol (1863-1957). En la compañía, se encontraban otras Matilde: la Asquerino (1884-1968), tía de la actriz Maruja Asquerino²¹, y la Badillo²². 

Matilde Blanco. Teatro Principal de Mahón (Menorca, España), 15 de febrero de 1908. © Dominio público.

Poco después, en el mes de diciembre, la compañía llegó a Mahón, donde Matilde interpretó el papel de Amneris de la ópera Aida en el Teatro Principal. En la ciudad menorquina permaneció hasta primeros de marzo de 1908, con la misma compañía y contando también con Enriqueta Aceña, Mercedes Ranz, Félix de La Sierra, Enrique Goiri y Agustín Calvo, entre otros, contratados por el empresario Francesc Frech. La temporada acabó el 3 de marzo con la interpretación de Tosca de Puccini.

“Sr. Dr. de El Bien Público.Muy señor mío y estimado amigo: le agradeceré que haga público en el periódico de su digna dirección el testimonio de mi agradecimiento a la simpática sociedad «Círculo Monárquico», a las distinguidas señoras y señoritas de dicha sociedad, a los socios de «Juventud Monárquica», a cuantas personas me han favorecido y al público en general, por las inmerecidas pruebas de afecto que me dispensaron en la noche de mi beneficio [el 20 de febrero de 1908, Matilde actuó en Lohengrin], que será inolvidable para esta affma. amiga y s.s. q. b. s. m. [segura servidora que besa su mano] – Matilde Blanco ”.²³ 

La siguiente ciudad en su larga gira fue la de Barcelona. Allí actuó en el Teatro Tívoli a finales de ese mes en la representación de Lohengrin, opera de Richard Wagner, cantada en italiano, como de costumbre en aquella época. Esa temporada del Tívoli continuó con Aida y con Carmen, esta de nuevo en el día de su beneficio, el 3 de abril de 1908.

“Teatrales — Las señoras Ranz y Blanco y señor Goiri que tantos aplausos conquistaron en nuestro Teatro Principal durante la última temporada, vienen realizando una brillante campaña en el Teatro Tívoli de Barcelona en donde acaban de cantar Lohengrin. En esta obra se ha llevado la palma Matilde Blanco de la cual dice el cronista musical de «EI Diluvio»: «Con decir que Matilde Blanco fue una cantante que estuvo a la altura de la perfecta labor de la orquesta queda hecho el elogio. ¡Cuánta Ortrude infinitamente peor hemos padecido en la mismísima escena del Liceo! Sabemos que la simpática mezzosoprano se ha conquistado muchos admiradores en Mahón cantando, entre otras óperas, la de Ricardo Wagner, y para satisfacción de estos apreciables isleños me apresuro a publicar el nuevo triunfo de su artista predilecta, haciendo constar que Matilde Blanco rayó a buena altura en todo el segundo acto, de tanto compromiso para la mezzosoprano. Su acento dominador cuando platica con su esposo se convirtió en dulce e insinuante en el dúo con Elsa y guardó todos sus bríos para decirnos las comprometidas frases del final del acto». Anoche debía celebrar su beneficio dicha artista con la ópera Carmen”.²⁴ 

La representación de Carmen del 14 de marzo contó con unos espectadores de privilegio: jefes y oficiales de la escuadra austríaca fondeada en el puerto de Barcelona, así como miembros de la banda de música de la marina austríaca.

“Con motivo de la función de gala dedicada a los marinos austríacos anoche se vio concurridísimo el teatro del Tívoli, ofreciendo vistoso efecto la platea, adornada con banderas austríacas, española y catalana. El vicealmirante de la escuadra [Luzian von Ziegler²⁵], que iba acompañado del cónsul de Austria-Hungría [Julio Chevalier], fue saludado a su aparición en la platea con la Marcha Real [austríaca], composición que se atribuye a Haydn. La concurrencia se asoció con sus aplausos a esta cariñosa manifestación.Matilde Blanco sugestionó a los marinos con su traje mefistofélico, oyendo aplausos en su nerviosa interpretación de la protagonista. El tenor [Enrique] Goiri confirmó como don José la impresión que había producido en Aida, siendo especialmente aplaudido en la romanza de la flor. [Francisco] Molina se vio obligado a repetir la canción del acto segundo, y el bajo [Vicente] Gasparini, convertido en capitán Zúñiga, salió mareado de las travesuras de la gitana Carmen, que en el espinoso quinteto tuvo unos excelente compañeros solfísticos en el clásico [Antoni] Oliver, [Josep] Masip, [Catalina] Ketty Chivers [esposa de Vicente Gasparini] y Fernanda Duval, saliendo más ajustado que nuestro primer teatro lírico, pudiendo decirse que la concertación del maestro [Joan] Goula Fité fue excelente y digna de elogios”.

La escuadra austro-húngara había llegado al puerto de Barcelona el 9 de marzo, siendo avistada desde el Castillo de Montjuïc a las 7 y cuarto de la mañana, según la crónica de La Vanguardia. El vicealmirante Luzian von Ziegler llegaba a bordo del acorazado SMS Herzherzog Karl.

A finales de abril de 1908, Matilde Blanco llegó a Sevilla, para participar en Aida en el Teatro San Fernando. En la compañía participaban también Mattia Battistini y Ricard Viñas. 

Y tras esta intensa actividad, no volvemos a tener noticias de Matilde Blanco hasta más de dos años después, en agosto de 1910.