España - Galicia
La trompeta periférica
Xoán M. Carreira
Como colofón de la estancia de tres semanas de Pacho Flores en A Coruña como 'artista residente' de la Orquesta Sinfónica de Galicia, la Sociedad Filarmónica de la ciudad programó un recital de 'carta blanca' de acompañado por el guitarrista y cuatrista, que también había participado en el concierto de abono de la Orquesta Sinfónica de Galicia el pasado viernes 14 de abril.
En los dos conciertos sinfónicos dirigidos por Manuel junto a estos dos artistas se ofrecieron programas de música periférica, autores rusos y latinoamericanos incluyendo el estreno de Altar de Bronce, concierto para trompeta y orquesta de (Ciudad de México, 1964). Es decir, música occidental urbana, al igual que la interpretada en su recital por Pacho y Jesús Pingüino, escrita en la notación occidental estándar.
A pesar de esta evidencia, a lo largo de estas semanas hemos leído tanto textos eruditos previos como reseñas críticas destacando que se trata de creaciones ajenas al mainstream de Mitteleuropa. Estos 'sesudos expertos' establecen, eso sí, una jerarquía de naturaleza geográfica y étnica entre estos creadores: los rusos son simplemente alienados respecto a la verdadera tradición mientras que los latinoamericanos son tratados como poco más que indígenas con pretensiones.
A inicios de la primavera de 2022 falleció John Elliott, brillante historiador de los sentimientos identitarios y de las supersticiones nacionalistas, que nos enseñó que la ideología y el nacionalismo son dos de las más graves patologías de los malos historiadores. De hecho, hace muchos años que la etiqueta “nacionalismo”, aplicada a cualquier forma de arte, implica un uso peyorativo y un menosprecio hacia los autores y obras. Sin embargo, esa etiqueta se sigue usando con cierta frecuencia en escritos musicales para referirse a cualquier artista que no sea centroeuropeo.
El recital de Pacho Flores y Pingüino González se diseñó de forma racional y organizada como un tour por la música latinoamericana de los últimos cien años, desde Gardel y Lecuona hasta Paquito D'Rivera y los propios intérpretes, pasando por Matamoros, Piazzolla o Jobim. Una música bella, interpretada con los sabios acompañamientos de Jesús Pingüino González por un Pacho Flores en un día glorioso en el que el extremo virtuosismo parecía invisibilizado por la facilidad y la emoción.
Pacho Flores
La acumulación de premios y galardones internacionales concedidos
a Pacho Flores lo acreditan como uno de los grandes virtuosos actuales de su
instrumento, formando parte de un selecto grupo de trompetistas que, entre
otras virtudes, se caracteriza por una alta paridad étnica, de género y
territorial. Cada trompetista de esta élite posee unas cualidades sonoras y un
estilo muy individualizados y muy reconocibles, a la vez que unos elementos
comunes como cabría esperar de un conjunto humano de edades semejantes que se
han formado y desarrollado sus carreras tras el fin de la Guerra Fría, en una
época de intensos intercambios internacionales, globalización y aprecio por el
nuevo concepto extenso de territorialidad al que antes me he referido.
Todos estos grandes virtuosos han tenido que afrontar en algún momento de su carrera su posición respecto al repertorio de la trompeta y sus tradiciones interpretativas, canonizadas por la justamente venerada figura de (1933-2012). Es en este aspecto en el que Pacho Flores ha optado por la opción que juzgo más brillante y radical: considerar el canon de André como una genial creación que merece estar en el Museo de la Historia del Arte y, que -como toda obra maestra- debe ser revisitada, recreada y reinterpretada … de cara a configurar nuevos paradigmas e incluso un nuevo canon.
Un desafío que implica necesariamente revisar las convenciones del propio instrumento empezando por su diseño. En lugar de fijar su atención en la recreación de trompetas y cornetas históricas, Pacho Flores ha firmado un contrato con la Casa que implica su colaboración activa con los luthiers en el diseño, construcción y desarrollo de nuevos instrumentos fabricados exclusivamente para él. Instrumentos que Pacho Flores utiliza tanto para la interpretación del repertorio canónico de la trompeta como para el de músicas históricas y el de nuevas obras, al que Pacho Flores aporta constantes encargos y estrenos. El más reciente de ellos el antes mencionado Altar de Bronce de Gabriela Ortiz.
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