Interesante concierto el que
propuso Thierry Fischer para el programa 4, un director cuyos resultados
normalmente están muy relacionados con el tipo de repertorio que transite. Su
ciclo de sinfonías de Beethoven, del que hoy abordó la cuarta, se está
distinguiendo por cierta variedad de enfoques en función de lo que toque. En
esta ocasión utilizó una plantilla pequeña (tres contrabajos se antojan algo
escasos) y un estilo de muchos contrastes, con algunos tintes historicistas,
que pasó factura en bastantes ocasiones, sobre todo en los violines segundos,
con partes de grupos de notas que solo se oían en su principio; pero también en
los primeros, cuyas melodías a veces se diluían.
Hubo problemas con la afinación
de maderas y cuerdas hasta la mitad del segundo movimiento, cuando todo empezó
a fluir de una manera más natural. Scherzo y…
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