España - Canarias

El apartado musical fue otro cantar

José Amador Morales
lunes, 7 de abril de 2025
Verdi, Giovanna d’Arco. Regie de Livermore © 2025 by Auditorio de Tenerife / Miguel Barreto Verdi, Giovanna d’Arco. Regie de Livermore © 2025 by Auditorio de Tenerife / Miguel Barreto
Santa Cruz de Tenerife, martes, 29 de abril de 2025. Auditorio. Giuseppe Verdi: Giovanna d’Arco, drama lírico en un prólogo y tres actos con libreto de Temistocle Solera. Davide Livermore, dirección escénica. Producción del Teatro dell’Opera di Roma (con elementos escenográficos propiedad del Palau de Les Arts Reina Sofía de Valencia). Yolanda Auyanet (Giovanna d’Arco), Airam Hernández (Carlo VII), Juan Jesús Rodríguez (Giacomo), Vazgen Gazaryan (Talbot), Gabriel Álvarez (Delil). Centro Internacional de Danza Tenerife. Coro Ópera de Tenerife-Intermezzo. Orquesta Sinfónica de Tenerife. Lukasz Borowicz, dirección musical.
0,0008121

Estrenada en 1845, Giovanna d’Arco supuso un desafío para Verdi, quien continuaba su profundización en la innovación del formato operístico en la plenitud de aquellos “años de galeras” como él mismo calificó a la etapa comprendida entre Nabucco y la trilogía popular (Rigoletto, Il trovatore y La traviata). La obra se estrenó en el Teatro La Scala de Milán y, aunque las críticas oficiales no fueron del todo positivas, tuvo un éxito considerable de público, permaneciendo en cartelera bastantes años y siendo representada en numerosos escenarios durante el siglo XIX. Después de cierto olvido, en 1951 fue recuperada en Italia de la mano de Gabrielle Santini y Renata Tebaldi y en los sesenta se presentó en Estados Unidos.

En las últimas décadas, bien que no masivamente, ha ido reapareciendo aquí y allá casi siempre de la mano de algún cantante de renombre, especialmente sopranos y barítonos atraídos por sendos personajes de Giovanna y Giacomo, sin duda los roles que ofrecen más sustancia musical: casos como el de la citada Tebaldi, Carlo Bergonzi, Matteo Manuguerra, Katia Ricciarelli, Sherrill Milnes, Mignon Dunn, June Anderson, Mariella Devia, Denia Mazzola, Stefania Bonfadelli, Ramón Vargas Carlos Álvarez, Lucia Aliberti, Margaret Price, Renato Bruson, o más recientemente Anna Netrebko, la diva del momento, que protagonizó la vuelta de este título al Teatro alla Scala ciento setenta años después de su estreno mundial.

En España, el éxito inicial llevó a que Giovanna d’Arco fuese representada tempranamente en el Teatro Real de Madrid en 1846 y en el Gran Teatro Liceu de Barcelona en 1847. En este último teatro, se volvió a ofrecer en 1996, si bien en versión concierto y en el Palau de la Música, ya que el edificio del Liceo como tal se hallaba en plena reconstrucción tras el incendio de 1994. Desde entonces, en 2013 tuvieron lugar unas representaciones bilbaínas de 2013 dentro del programa “Tutto Verdi” de la ABAO y con motivo del bicentenario del nacimiento del compositor, tras las que habría que citar las de 2019 en el Teatro Real, en versión concertante, que tuvieron como aliciente la presencia de Plácido Domingo como Giacomo; un rol que el cantante madrileño incorporó rápidamente tras mutar a la cuerda de barítono, indudablemente atraído por el personaje (Domingo ya había protagonizado en su juventud la importante grabación en estudio que hoy día sigue siendo referencia absoluta de este título verdiano junto a Montserrat Caballé, Sherrill Milnes y James Levine, entonces abordando como tenor el papel de Carlo VII).

Giuseppe Verdi: Giovanna d’Arco. Lukasz Borowicz, dirección musical. Davide Livermore, dirección escénica. Santa Cruz de Tenerife, Auditorio, marzo de 2025. © 2025 by Auditorio de Tenerife / Miguel Barreto.Giuseppe Verdi: Giovanna d’Arco. Lukasz Borowicz, dirección musical. Davide Livermore, dirección escénica. Santa Cruz de Tenerife, Auditorio, marzo de 2025. © 2025 by Auditorio de Tenerife / Miguel Barreto.

Si de una parte, probablemente la heroicidad de la protagonista se aviene con mayor naturalidad al público actual que al decimonónico, de otra tanto el desarrollo de la trama escrita por Solera -no tanto su estructura formal ni su redacción- como todo lo concerniente a la figura paternal y el triple salto mortal que supone a un mínimo sentido común el de todo punto incomprensible repudio a la propia hija (seguramente todo un ejercicio de autocensura ante lo que podría suponer representar la historia real en la que la Iglesia acusaba y condenaba a muerte a la futura santa), son peajes racionales que hoy día hay que pagar en una representación de Giovanna d’Arco, por otra parte habituales en otros libretos de la época (pensemos, si no, en Il trovatore por ejemplo).

Sin embargo, en términos generales el público actual tiene -o puede tener en mayor medida que el pretérito- una mayor perspectiva de la obra de Verdi no sólo para valorar con mayor objetividad la calidad per se de esta su séptima ópera sino su aportación a las grandes obras que el genio de Busseto iba a ofrecer posteriormente; no ya obviamente Attila o Macbeth, sino Luisa Miller, Stiffelio y toda la trilogía popular.

Desde la inspirada obertura, una de las mejores de Verdi y probablemente la más lograda de sus años de galeras, los fastuosos coros, hasta los dúos y, sobre todo, la pulsión dramática que contienen los personajes de Giovanna d’Arco o de su padre Giacomo, son parte del reclamo que hoy por hoy nos ofrece esta ópera, cuyos mejores momentos están a la altura del mejor Verdi.

Giuseppe Verdi: Giovanna d’Arco. Lukasz Borowicz, dirección musical. Davide Livermore, dirección escénica. Santa Cruz de Tenerife, Auditorio, marzo de 2025. © 2025 by Auditorio de Tenerife / Miguel Barreto.Giuseppe Verdi: Giovanna d’Arco. Lukasz Borowicz, dirección musical. Davide Livermore, dirección escénica. Santa Cruz de Tenerife, Auditorio, marzo de 2025. © 2025 by Auditorio de Tenerife / Miguel Barreto.

Para estas representaciones de Giovanna d’Arco, Auditorio de Tenerife ha acudido a la producción que firmara David Livermore para la Ópera de Roma, que fue presentada con la inclusión de un único intermedio de veinte minutos, lo cual facilitó no poco la conexión con la obra y un mayor disfrute de sus virtudes por parte del público. La propuesta del turinés naufraga por una estética exenta de atractivo y el estatismo extremo de los personajes. Esto último se intenta compensar con la proliferación de bailarines -ángeles negros y blancos, incluido el doble o avatar de Giovanna- y las cambiantes videoproyecciones que, de manera un tanto snob, se muestran durante toda la obra en el enorme óculo que preside el escenario a manera de ojo de Mordor tolkieniano. Un escenario formado por una negra estructura en espiral por la que puntualmente los personajes recorren sin motivo aparente es el otro elemento destacable de esta anodina producción.

Advertimos con preocupación que la rara (o escasa) acústica del Auditorio de Tenerife impide escuchar con una mínima claridad las voces de los cantantes que abandonan los dos primeros metros de la boca del escenario adentrándose hacia dentro.

Afortunadamente, el apartado musical fue otro cantar, nunca mejor dicho. Y es que la dirección de Lukasz Borowicz sorprendió sobremanera compensando la falta de movimiento escénico con una lectura tremendamente ágil, vibrante, con tempi lógicos y una intensidad orquestal de gran voltaje. Al mismo tiempo, el director polaco logró acompañar a los cantantes sin desmerecer un sonido orquestal si no especialmente brillante, sí compacto y maleable que le permitió insuflar una conveniente tensión dramática en los momentos oportunos. A este respecto hay que alabar la prestación de una extraordinaria Sinfónica de Tenerife en una versión inolvidable por su parte. Algo igualmente extensible a un magnífico Coro de Ópera Tenerife-Intermezzo: afinado, empastado y rotundo en su importante cometido.

Giuseppe Verdi: Giovanna d’Arco. Lukasz Borowicz, dirección musical. Davide Livermore, dirección escénica. Santa Cruz de Tenerife, Auditorio, marzo de 2025. © 2025 by Auditorio de Tenerife / Miguel Barreto.Giuseppe Verdi: Giovanna d’Arco. Lukasz Borowicz, dirección musical. Davide Livermore, dirección escénica. Santa Cruz de Tenerife, Auditorio, marzo de 2025. © 2025 by Auditorio de Tenerife / Miguel Barreto.

A nivel vocal, el trío protagonista, nacional para más señas, brilló a un altísimo nivel y se reveló ideal en cada uno de sus personajes. Fue el caso de una Yolanda Auyanet a quien, tras el abordaje de Elisabettas, Bolenas, Normas o Lucrezia en la última etapa de su carrera con las que ha ensanchado notablemente su voz, vimos especialmente cómoda en una Giovanna que tiene mucho de bel canto, pero en el que es fácil entrever los grandes hallazgos del primer Verdi en cuanto a caracterización dramática (Odabella, Lady Macbeth, Amalia…). No en vano, la soprano canaria obtuvo un importante éxito con esta Giovanna, a la que dotó de su habitual musicalidad, fraseo de buen gusto y empuje canoro como pudimos advertir en “Sempre all’alba ed alla sera”, por citar un ejemplo significativo.

Algo que también podemos aplicar al Giacomo de un Juan Jesús Rodríguez en estado de gracia, quien hizo toda una creación de este padre verdiano que vocalmente anuncia a tantos que crearía el genial compositor italiano. El onubense puso en valor su timbre personal y atractivo, así como una rotundísima materia prima baritonal a la que imprimió un fraseo señorial y noble con una entrega incuestionable.

Muy adecuado nos pareció la elección de Airam Hernández para el personaje de Carlo VII, al que aportó su grato timbre y refinada línea de canto, si bien resultó un tanto distante en lo expresivo y sus carencias técnicas en la franja superior del registro le llevaron a acusar cierta fatiga vocal en el último acto. Por su parte, muy contundentes las excelentes voces tanto de Vazgen Gazaryan como Talbot como de Gabriel Álvarez como Delil.

El público, generoso y agradecido -bien que sonoramente tosedor y ruidoso, todo hay que decirlo- aplaudió con entusiasmo durante la representación y en los saludos finales. 

Comentarios
Para escribir un comentario debes identificarte o registrarte.