Ópera y Teatro musical

La dama de picas o La reina de espadas. Es decir, Picovaia damá

Maruxa Baliñas
jueves, 24 de mayo de 2001
0,0003456 Aprovechando que hoy mismo, 24 de mayo, está siendo representada en el Covent Garden de Londres, éste es un buen momento para hablar de esta ópera, una de las más populares de Chaicovski, por lo menos en Rusia. Hay muchos motivos para la popularidad de las óperas de Chaicovski, y una gran dificultad, el idioma, que imposibilita a la mayor parte del público para entender lo que está oyendo, algo que no pasa con el italiano o inglés, además de convertir el trabajo de encontrar cantantes que las tengan en repertorio en una tarea excesiva para la mayoría de los programadores. Sin embargo en los últimos años, en buena parte gracias a las coproducciones de los grandes teatros europeos y norteamericanos con el Teatro Bolshoi de Moscú o el Mariínski de San Petersburgo, el repertorio ruso está empezando a ser habitual en Europa.Y en concreto, entre las óperas de Chaikovski más representadas, está La reina de espadas, en tres actos, con libreto de Modest Illich Chaikovski y bastantes aportaciones del propio Piotr Illich Chaikovski, sobre la novela del mismo nombre de Alexander Serguievich Pushkin (1833). Chaikovski ya había hecho anteriormente otras dos óperas sobre textos de Pushkin: Evguenii Oneguin (1878) y Mazepa (1883), a quien consideraba –junto con Shakespeare- su escritor favorito.En principio Modest había hecho el libreto para otro compositor, Nicolai Semionovich Klenovski (1853-1915) que era por esa época el director de la orquesta del Bolshoi de Moscú. Cuando Klenovski renunció al encargo, Vsevolodski, el Intendente de los Teatro Imperiales, a pesar de la petición de Chaikovski de que se lo entregara a él, le pasó el encargo a Nicolai Soloviov, otro compositor secundario vinculado a los teatros imperiales quien también lo rechazó. Sólo después pudo Chaikovski, muy interesado en la historia desde 1885 y más desde que empezó su hermano a trabajar en ella, hacerse cargo del libreto.La composición de la ópera en si fue muy rápida: desde el 19/31 de enero (recuerden que Rusia cambió al calendario juliano, el europeo, después de la Revolución Rusa) hasta el 14 de marzo de 1890, en Florencia, donde Chaikovski estaba pasando el invierno. El tema le atraía, estaba contento con los cantantes y el escenógrafo que Vsevolodski le había asignado, y sabía bien el modo de componer obras que el público apreciara. Así que hizo algunos cambios en el libreto de Modest para resolver cuestiones escenográficas y adaptar la historia a sus preocupaciones del momento. La orquestación le llevó sólo hasta mediados de junio, ya instalado en Rusia, e inmediatamente envió la partitura al Teatro y a su editor Jurgenson, para que se empezara a ensayar después del verano.La ópera se estrenó en el teatro Mariínski de San Petersburgo el 7/19 de diciembre de 1890 con bastante éxito. Chaikovski personalmente la consideraba una de sus mejores obras, Confieso que la considero también como la mejor de mis óperas, y que hay en ella muchos pasajes que no puedo interpretar adecuadamente porque me siento abrumado por la emoción, y parecidas fueron las alabanzas de sus amigos. Sin embargo los críticos, como solía ocurrirle en sus estrenos, fueron mucho más negativos, Ha puesto una gran cantidad de buena música en un tema sin interés para intentar ganar dinero. El público fue aumentando progresivamente, las entradas se agotaban día tras día, y pocos meses después se montó también en Kiev, con asistencia de Chaikovski a los ensayos diarios, como ya había hecho en San Petersburgo.Chaikovski tenía una idea muy clara de lo que debía ser una ópera. Como explica en una de sus cartas: Al componer una ópera, el compositor debe pensar constantemente en la escena, es decir, no olvidar que el teatro necesita no sólo melodías y armonías, sino también una acción que atraiga la atención del público que ha venido a oir y a ver; y recordar también que el estilo de la música teatral debe corresponder con el estilo de los decorados teatrales: ser simple, clara y colorista. Como una pintura de Meissonier perdería todo su encanto si se pusiera en un escenario, así una música rica, llena de sutilezas armónicas, perdería gran parte de su valor en el teatro, porque allí el oyente necesita unas melodías claramente dibujadas sobre una base armónica transparente..Eso explica las duras palabras que dedicó a Wagner en su primera visita a Bayreuth, y que matizó años después. Las intenciones de Chaikovski ante una partitura eran muy distintas pero, como le pasaba también con su concepción formal y estructural cuando componía sinfonías, sus concepciones teóricas eran mejores que las realizaciones prácticas. Y en otra carta cuenta que: La escena a menudo paraliza la inspiración musical del compositor, así que la música de cámara y sinfónica llegan más allá que la música operística. Una sinfonía o una sonata no me imponen ninguna limitación; por otro lado la ópera posee la ventaja de que da la posibilidad de hablar en el lenguaje musical de las masas. Una ópera se puede interpretar cuarenta veces en una temporada, una sinfonía quizá una vez en diez años.. Y sin embargo ahora es al revés, son sus sinfonías las que se tocan seguramente mucho más de cuarenta veces por temporada, y sus óperas las que escasean en el repertorio.ArgumentoLa acción transcurre en San Petersburgo a finales del siglo XVIII. Hermann, el tenor protagonista, comenta a su amigo Tomski, barítono, que se ha enamorado de una joven a quien vio jugar a las cartas. La joven resulta ser Lisa, soprano, nieta de la Condesa y prometida del príncipe Yeletski. Surge la historia de amor entre Hermann y Lisa, al tiempo que se conoce la historia de la Condesa, famosa jugadora ella misma en su juventud, que al arruinarse una vez se entregó a un admirador que se comprometió a darle tres cartas que le permitirían ganar siempre. Hermann decide averiguar cuáles son las tres cartas, para así ganar una fortuna que le permita casarse con Lisa.En el acto II se celebra una fiesta de Carnaval y mientras el príncipe le habla a Lisa del amor que siente por ella, Lisa le da una cita a Hermann. En la fiesta se representa un Intermedio sobre la historia de Dafnis y Cloe, donde Chaicovski hace una especie de pastiche barroco. En el segundo cuadro de este acto, Hermann queda atrapado en la habitación de la Condesa mientras va a reunirse con Lisa y la escucha cantar un aria de Grétry (segunda cita musical de la ópera). Amenaza a la abuela con una pistola para que le diga las tres cartas, pero ésta muere de un ataque al corazón y Lisa, que es testigo, despide a Hermann que prefirió conocer el secreto de la Condesa que estar con ella.En el tercer acto Hermann está leyendo una carta de Lisa donde le perdona y le da una nueva cita, cuando se le aparece el espectro de la anciana y le confiesa cuales son las cartas: tres, siete y as. En la segunda escena se encuentran pero mientras Lisa está muy enamorada, Hermann sólo quiere ir a jugar para hacerse rico. Desesperada Lisa se suicida. En la tercera escena, la sala de juegos, se vuelven a encontrar el Príncipe y Hermann quienes comienzan una partida. Sin embargo Hermann pierde con la reina de espadas, dama de picas en la baraja francesa. Aparece el espectro de la Condesa, Hermann se pega un tiro y antes de morir confiesa al Príncipe su pecado.
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