La novena de Beethoven es una obra de arte solo porque el mundo del arte la reconoce como tal, sin que goce de ninguna otra cualidad que la haga ser artística.Cómo se las apaña el mundo del arte para señalar qué obras merecen reconocimiento es un asunto de política, no de musicología.
Hasta los dirigentes mejor intencionados, aunque escépticos, que alguno habrá, pueden contraargumentar exigiendo alguna prueba de cómo las artes mejoran la sociedad, pues no les resulta evidente que la música de Johann Strauss sirva para mucho más que sobrellevar la resaca de fin de año