En su interpretación de la 'Séptima' de Bruckner no hubo ni fervor religioso ni profundidades filosóficas: sólo música imponente tocada de forma imponente, y por esa razón pocas veces adquiere tanto sentido eso de que la música es algo que sucede entre dos silencios.
La recapitulación del tema del héroe, ahora vencedor, supuso escuchar a los ocho contrabajos y las ocho trompas de la orquesta en su máximo esplendor.Además, Petrenko negoció con habilidad -el impulso fue incansable- el repaso de las obras del protagonista, seguramente la parte discursivamente más peliaguda de la pieza.
Petrenko no reniega del carácter desenfadado de la 'Octava' de Beethoven, pero tampoco esconde sus momentos furiosos, como el ritmo obsesivo que impulsa el finale, o sobre todo el comienzo del desarrollo en el primer movimiento, con ese crescendo amenazador en la cuerda grave que desemboca en la explosión del tema principal
Mutter es la decana de los violinistas actuales, y sabiendo que en la actualidad prácticamente todos los buenos violinistas son mujeres, ha tenido la inteligencia de dejar para ellas los conciertos del “gran repertorio” y de un tiempo a esta parte se dedica a interpretar piezas poco frecuentadas o a obras comisionadas especialmente, como es el caso de esta noche.
Fischer es probablemente el único maestro “tirano” de la actualidad mientras que el Concertgebouw tiene fama de ogro con cualquier batuta que se le ponga enfrente.
La versión que dio Mäkelä de 'El poema del éxtasis' fue sencillamente apabullante.Ante una orquesta que la partitura requiere “au grand complet”, Mäkelä se mostró con las ideas claras, seguro de lo que quería y de cómo obtenerlo, y con el aplomo necesario para enfrentarse a semejante monstruo.
Mäkelä tiene oficio.Todo el oficio que se puede tener a su edad.Interpretaciones aparte, esta noche demostró cómo se puede hacer sonar más que dignamente a una orquesta que no es de primera división.
Quizá son estos tiempos donde la inteligencia artificial nos amenaza, donde nunca sabemos qué es real y qué no en el mundo de internet, donde la imagen y el selfie están desplazando a la personalidad, lo que hace que la historia de Coppelia se haya vuelto tan real e inquietante
La vocalidad y sobre todo la espléndida escritura coral de Nono son el hilo narrativo conductor de esta descarnada tragedia que evoca situaciones que vemos cada día en los informativos televisados.Si en 1960 'Intolleranza' era una postal maoísta para el consumo exclusivo de una élite 'pija', en 2023 es un magnífico drama musical pletórico de vida y de dolor.