Aurora tiene de argentina la trama, el público a la que va dirigida y el autor de la música.No hay en la música elementos nacionalistas, salvo en algún fragmento, pero es un muy buen producto verista y post-verdiano.
Solo para una minoría del público del Colón la puesta continúa siendo disruptiva, ofensiva o intolerable, y ello se notó por el breve y aislado abucheo que sufrió el repositor, Yves Lenoir
Para el Teatro Colón parece que no existen más que cuatro óperas de Giacomo Puccini: 'Madama Butterfly', 'Tosca', 'La Boheme', y la póstuma 'Turandot'.Hace más de veinte años que no se programan 'La Fanciulla del West' y 'Manon Lescaut';
Una versión correcta de 'Ariadna en Naxos' que es demasiado poco para la apertura de una Temporada.La versión fue correcta sin destacar ni en lo positivo ni en lo negativo
Michieletto dice en el programa de mano que ‘la embajada es un lugar anónimo que no inspira una fantasía’.Un banco tampoco suele inspirar mayor fantasía que una embajada y ciertamente no lo logró en esta puesta en escena donde se quiso dar vitalidad a través de la modernización de los diálogos y de la danza.
Esta puesta en escena la acción se ubica a mediados del siglo pasado en un hotel de Nápoles.No hay atuendos claramente turcos y no se ve el mar, pero es sin dudas Nápoles.Hay guiños al cine en la obertura, con títulos al modo de una comedia italiana de alrededor de 1950, proyección que luego muta en la visión de postales de Nápoles de la misma época.
La figura de la noche fue la Leonora de Anna Netrebko.Desde su entrada queda claro su nivel superlativo, su calidad de intérprete y su consumada teatralidad presente hasta en una versión semi-montada.
La puesta de Alfredo Arias se desarrolló en un único marco escénico que evoca los ‘teatros o anfiteatros anatómicos’ de las facultades de medicina de hace unos siglos.Aquí Tom Rakewell es el objeto de estudio.
Considerando las tendencias actuales de presentar las óperas en la luna, en una modernidad vaga, o plagadas de nazis, prostitutas, bajos fondos o militares corruptos sin ninguna causa que lo justifique, esta versión visual permitió la adecuada concentración en la música y el canto pero sin la fatiga que podría suceder en una versión de concierto de una obra de por sí extensa.