El Ártico es un buen punto de partida para entablar conversaciones extraoficiales y, en última instancia, reanudar las actividades diplomáticas, ya que está situado lejos de los actuales focos geopolíticos de rivalidad de poder entre China y Estados Unidos y, sin embargo, es cada vez más importante para estos dos países.
Ambos bandos están cansados de la conflagración bélica.Pero ninguno de los dos está dispuesto aún a hacer concesiones dolorosas que puedan conducir a un acuerdo de paz.Éste es un objetivo que sigue estando todavía muy lejos de ser alcanzado.
Ambas partes ven en la guerra de Ucrania una confirmación de sus divergentes supuestos tradicionales.Desde la perspectiva alemana, ha confirmado que Estados Unidos -incluso más que la OTAN- es el actor central para la seguridad de Europa y Alemania, y que la UE solo "hace contribuciones complementarias".
En materia de política de seguridad, París y Berlín deberían centrarse en seguir desarrollando la soberanía europea en el ámbito de la defensa.En concreto, podrían elaborar opciones de actuación en caso de que Estados Unidos redujera su papel en Europa.
Tenemos que estar preparados para la guerra en cinco años.Esto no significa que vaya a haber una conflagración bélica entonces, pero es posible.Al fin y al cabo, se trata de poder defenderse y de hacer así que el riesgo sea tan alto para el adversario, que decida no atacar.
En el Museo de la Secesión, Agency of Singular Investigations muestra la nueva instalación On New Thinking and Other Forgotten Dreams.Se trata de la primera parte de su amplio proyecto de investigación The Park of Mind Revolutions, que aborda la historia de la subjetividad y las formas y funciones de la autoimagen de Rusia en los siglos XX y XXI.
La cooperación económica con China se ha convertido en vital para la supervivencia de Rusia a raíz de la guerra de Ucrania.En cambio, las inversiones chinas en Rusia, que ya eran escasas, no han dejado de reducirse desde entonces.
La diplomacia de guerra rusa también tiene como objetivo aislar y debilitar a Occidente en el sistema internacional.Desde 2022, se ha dirigido cada vez más a los Estados del Sur Global y se ha vinculado a las narrativas anticolonialistas, antiintervencionistas y antioccidentales de las sociedades de África, América Latina y Asia.
El mundo de la cultura y del arte se muestra cada vez más privado de libertad y más vigilado y sometido al arbitrio del poder político establecido.La muy elemental y siempre loada libertad de llevar el arte a todas partes parece haber haber sido suprimida, paradójicamente en nombre de la libertad y de la democracia.
El libro de Carlo Masala es una tesis afirmativa de un desorden mundial que se asemeja más que nunca a un juego de poder político global sin árbitro, en el que los fundamentos liberales siguen erosionándose, los principios de orden contrarios luchan entre sí y las tendencias disruptivas aumentan.