El álbum 'Embrujo', interpretado por el pianista Carles Marigó, reúne obras de Enrique Escudé Cofiner, un músico de gran éxito en los años 50 y 60 por sus canciones.Pero al lado a ese exitoso compositor de música ligera, coexistía otro Enrique E.
De Granados se han dicho muchas cosas, algunas realmente curiosas y sin base documental, se le ha definido como nacionalista español o como catalanista, como de un exacerbado catolicismo o como un empedernido mujeriego, como un indolente o como un músico infatigable.
Esta semana nos alejamos un poco de la alfombra de Granados para narrar el entierro de Albéniz en Barcelona, un acto en el que Granados participó estrechamente dada su intimidad con la familia.Siguiendo las noticias publicadas por el diario barcelonés 'La Vanguardia' se percibe la conversión del entierro de Albéniz, inicialmente un homenaje por parte de músicos, en un acto en el que se “convoca al pueblo de Barcelona para que concurra mañana a acompañar el cadáver del ilustre compositor a la última morada.
El epistolario entre Laura Albéniz y Enrique Granados consta de catorce cartas fechadas entre septiembre de 1908 y diciembre de 1914, las trece escritas por Granados están conservadas en la Biblioteca de Cataluña y la escrita por Laura se conserva en el Museu de la Música de Barcelona.
Aunque mi comunicación se plantea como una aproximación general a las relaciones entre cine mudo y música en el área hispana, me voy a centrar en algunos aspectos concretos, que he agrupado con el nombre genérico de 'Prima la musica, poi le cinema', parafraseando la famosa ópera breve de Salieri, que se estrenó haciendo juego con 'El empresario teatral' de Mozart.