A nivel físico la puesta en escena está determinada por lo claustrofóbico.Todo son interiores en una ópera que demanda espacios externos en más de una ocasión.Una plataforma giratoria, usada con profusión, hace que se vayan presentando diferentes salas (y pasillos) de un palacio dieciochesco, austeras y secas, ligeramente ajadas
Lo mejor en todos los aspectos me pareció 'Il Tabarro', en particular por la sensacional prestación de Davidsen que hizo parecer a Giorgetta, un personaje difícil e ingrato en lo musical, un juego de niños
Bellini, quizás más que ningún otro compositor, tiene sus ortodoxias.Cuando de Bellini y de sus famosas melodías se trata, los criterios se vuelven particularmente drásticos.Y hasta contradictorios.
Sorprendentemente, en este 2022 se ha obrado el milagro de resucitar el mélos de las zarzuelas clásicas con fidelidad a la más pura tradición del género.Y se ha hecho, con motivo de la semana del Orgullo Gay en Madrid, con el estreno en los Teatros del Canal de 'El orgullo de quererte'.
Se estrenan cinco nuevas producciones y ocho títulos inéditos en el repertorio del teatro, con James Gaffigan, Gustavo Gimeno, Riccardo Minasi, Michele Spotti, Marc Minkowski y Maurizio Benini en el foso.
La reposición navideña de La Bohème se convirtió en un galimatías en el que la variante ómicron ha causado estragos a nivel de rápida contagiosidad, a un nivel supuestamente mucho mayor que el virus que provoca la enfermedad pulmonar que se lleva a la protagonista femenina de la ópera del compositor de Lucca más representada en todo el mundo.
Resulta muy interesante la idea de localizar cada acto en una época (1934, años 60 y etapa actual) y en unas situaciones sin duda de trascendencia para el género zarzuelero: registro de un disco, grabación de un programa de televisión y ensayo contemporáneo (resistencia o muerte definitiva del género).
Así se cierra esta muy meritoria temporada de ópera en Les Arts.Se palpó el disfrute entre el público.Y se agradeció su calor, favorecido por el aumento del aforo.Bajado el telón, el coro en los palcos supo conducir al respetable, no tan dócil como en realidad convencido, a una sucesión de aplausos rítmicos, esos que sólo se escuchan en las grandes ocasiones.
El Teatro Real de Madrid presentó este lunes su nuevo "comité joven", en el que llama la atención la falta de paridad en la representación de hombres y mujeres,algo que no cabría esperar de una institución que nutre buena parte de su presupuesto de fondos públicos y en cuyo patronato está representadas las administraciones de la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid y el Gobierno de España.
Leo Castaldi logró que la insinuada escenificación fuese muy fiel al libreto y permitiera un claro y teatral desarrollo de la trama.Nicola Luisotti llevó con mucho cuidado los dos preludios, si bien en el primero faltó el aroma inconfundible del melodrama.