Algún lector puede preguntarse qué hacemos en Mundoclasico.com hablando sobre Björk, una artista que, de momento, y hasta que ella diga lo contrario, sigue perteneciendo a la esfera de la música popular. Las razones -o las excusas- pueden ser varias: el creciente interés que su música está suscitando en los ambientes académicos; la proliferación de trabajos de investigación en torno a ella en revistas especializadas de todo el mundo; sus incursiones ocasionales en el repertorio clásico –un Pierrot Lunaire de Schoenberg junto a Nagano o colaboraciones con el compositor inglés John Tavener, entre otras-; también el interés que ha suscitado su música en formaciones puramente clásicas como el Brodsky Quartet o el Vitamin String Quartet, que han versionado sus canciones. Es curioso el proceso que ha seguido la esfera culta en su interés por…
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