Con el título no me refiero a la evolución tonal de lo escuchado (por una curiosa coincidencia, el programa previsto se abrió y cerró con sendas partituras en do sostenido menor) sino al enorme crecimiento en el interés que tuvo esta presentación a medida que avanzaba el recital. Iniciado como la promisoria presentación de un valor joven de excelente mecanismo pero con algunas discutibles licencias artísticas, se fue transformando, con el devenir de partituras cada vez más exigentes y mejor expuestas, en una apabullante demostración de descomunales medios técnicos, poderío e identificación con determinados compositores. El 'Adagio sostenuto' que abre la Sonata Claro de Luna fue encarado por Wunder con un sonido de exquisita levedad (muy en consonancia con el “delicadisimamente” que pide el autor) unido a un legato muy consistente; la…
Comentarios