Discos

‘Speech opera’

Paco Yáñez
jueves, 20 de agosto de 2009
Péter Eötvös: As I Crossed a Bridge of Dreams; Tale. Elizabeth Laurence, Nadia Hardman, David Hill, Blythe Holcomb y Piroska Molnár, voces. Mike Svoboda & Gérard Buquet, trombones y sousaphone. UMZE Chamber Ensemble. Gergely Vajda, director. Tamás Bognár y György Wallner, productores ejecutivos. László Reményi, ingeniero de sonido. Un CD DDD y un DVD Audio en formatos DTS y Dolby Digital 5.1 de 44:32 y 60:38 minutos de duración grabados en el estudio de música electrónica de la WDR Köln (Alemania) y en el Tom-Tom Studio de Budapest (Hungría), en 1968 y del 2001 al 2008. BMC CD 138. Distribuidor en España: Diverdi.
0,0002324 Oriundo, como tantos otros genios de la música húngara del siglo XX, de Transilvania, Péter Eötvös (Székelyudvarhely, 1944) es una de las figuras más relevantes de la contemporaneidad musical de las últimas décadas, destacadamente en su doble (e intrincada) faceta de compositor y director; puesto, éste último, en el que Karlheinz Stockhausen lo definió como “el más increíble director de orquesta del mundo”.

Como buena parte de sus colegas magiares, cuya genealogía familiar reconoce que comprende desde Liszt a Kurtág, pasando por Bartók o Ligeti (con los cuales dice sentir y hablar el mismo idioma), Péter Eötvös se ha pasado la vida de un lugar para otro, “en perpetuo movimiento”, ya desde que la Segunda Guerra Mundial lo llevara al exilio, del cual retornó para convertirse en lo que Boulez denomina el típico “húngaro de exportación”, con todo lo que ello supone de constante ‘deslocalización’; algo a lo que Eötvös siempre ha contrapuesto un concienzudo arraigamiento en la música de su país natal, unido a fuertes influencias de las diversas corrientes de la avantgarde surgidas desde los epígonos del serialismo.

Este movimiento a caballo de tantos referentes sociales, culturales y musicales ha constituido uno de los sustratos nutricios de un amplio catálogo de composiciones con un marcado carácter ecléctico, en el que se dan cita todos los géneros musicales, y en el cual piezas de fuerte y denso estructuralismo conviven con obras que reinterpretan de forma cómica la tradición renacentista del madrigal, al tiempo que de piezas jazzísticas como la vibrante Paris-Dakar (2000) podemos pasar a abigarrados dramas escénicos como su ópera Tres hermanas (1998). No es sino un pequeño apunte de la pluralidad estilística de un compositor que se declara rendido admirador de Frank Zappa, amigo personal de Eötvös y con el cual grabó la última producción dirigida por este icono norteamericano de la música, como fue la dirección de Ionisation (1930-31), de Edgar Varèse, al frente del Ensemble Modern.

As I Crossed a Bridge of Dreams (1998-99) podría ejemplificar perfectamente este eclecticismo, así como las siguientes palabras de Eötvös: “Mi relación con la música, el sonido y la sonoridad es igual que la del lazo del pescador con el agua. Vivo dentro y no puedo imaginar otra forma de vivir”. La composición, para cuatro voces, dos trombones preparados, sousaphone, grupo de cámara y electrónica, parece rodearnos de todo un medioambiente sonoro, de un mundo alucinatorio de inusual temperamento lírico en el imaginario del húngaro. No es un lirismo romántico ni hiperbólico, ni mucho menos, pero sí una propuesta de ambientes muy sugerentes, leves y móviles, que casi al modo de una escultura de Calder nos va rodeando de motivos, piezas y procesos acústicos en interacción constante.

El núcleo central de este topos acústico móvil, o como Eötvös lo denomina, "teatro sonoro", lo ocupa la palabra, elemento generatriz -conceptual y prosódico- de tantas de sus obras. En este caso, el texto seleccionado por el compositor magiar es el diario de Sarashina, dama japonesa nacida en el año 1008 cuyo Sarashina Nikki constituye uno de los primeros clásicos de la literatura nipona. Sus palabras no sólo relatan su vida de un modo muy introspectivo y poético, sino sus peregrinajes, siendo un ejemplo temprano de literatura de viaje, con sus anécdotas, reflexiones y fuerte aliento lírico. Se trata de todo un recorrido emocional y estético, pues éstos eran los dos ámbitos que más conmovían a nuestra escritora. Uno de los episodios más duros de su relato se corresponde con la desaparición de su marido, algo que la sumirá en un estado de turbación en el cual los sueños se convierten en toda una válvula de escape; paisaje onírico sobre el cual se asienta buena parte de la obra de Eötvös.

Ello se transubstancia en música a través de una ‘speech opera’ recorrida por sombras y ecos, papel especialmente confiado a los trombones preparados, que ejercen de guías y espejos para los diversos discursos, para las transiciones entre lo narrativo y lo poético. De este modo, el trombón alto es el alter ego de Sarashina y el demiurgo de sus emociones, como portador de la melodía; mientras que el trombón contrabajo provee un sustrato sonoro referido al pasado, que asienta parte del entramado sonoro. A ellos se añade el sousaphone, instrumento de viento que Eötvös relaciona con la luna, una de las interlocutoras a las que la dama nipona se dirige en su soledad. No es sino uno de los personajes que, explícita o implícitamente, aparecen en la obra, y cuyas presencias y mensajes constituyen diferentes capas de sonido y nuevos ‘móviles’ para esta estructura de presencias huidizas. Como dice su creador al respecto de Mese, la evolución prosódica y su involucración con las palabras como generador de patrones musicales llega a un punto en el que éstas se convierten en la propia música. Todo ello conforma una de las piezas más peculiares y ‘extrañas’ de Eötvös, quizás poco grata en una primera audición, pero cuyas renovadas visitas nos abren diversos espacios y relaciones tan sugerentes como bien calibradas por el compositor húngaro.

El segundo disco de esta edición presenta, de nuevo, la misma versión de As I Crossed a Bridge of Dreams, en un DVD audio con excelentes posibilidades de espacialización sonora, idóneas para esta composición. A ello se añade una nueva presentación de Mese (Cuento, 1968). Se trata de una obra vocal que ya apuntaba algunas de las investigaciones de Eötvös al respecto de la voz, y que después de ser editada en su día por BMC (CD 038), aparece ahora en su formato original para tres canales en el DVD.

Disponíamos en el mercado discográfico de una muy notable versión de As I Crossed a Bridge of Dreams dirigida por Manfred Schreier para el sello col legno, proveniente de las ‘Donaueschinger Musiktage’ de 1999. Ésta que ahora reseñamos del sello húngaro BMC no tiene nada que envidiar a la mencionada versión, y por claridad, efecto dramático, calidad técnica y grabación, podemos considerarla como la referencia para la pieza a partir de ahora. Se legitima ello, además, por el hecho de que el propio Péter Eötvös ha sido el asistente en la grabación y edición de esta versión, que cuenta con una voz extraordinaria como la de Elizabeth Laurence y con dos genios de sus instrumentos como Mike Svoboda y Gérard Buquet, cuya perfección y expresividad están entre lo mejor del disco; como también lo está el detalle y perfecto empaste de la electrónica, así como el sentido global que Gergely Bajad dota al conjunto de la obra desde la dirección musical. Por su parte, el UMZE Chamber Ensemble vuelve a confirmar por qué para muchos es el mejor conjunto de música contemporánea de Hungría, así como su afinidad, ampliamente reputada, con la música de Eötvös.

Las tomas sonoras, como pueden deducir de lo ya leído, son extraordinarias, y por fin dan una idea cabal de lo que ambas composiciones son en vivo, algo que remarca especialmente Péter Eötvös en el libreto de esta edición, refiriéndose al proceso -prolongado durante varios años- que ha supuesto recoger en DVD 5.1 el complejo ambiente sonoro de As I Crossed a Bridge of Dreams. La presentación de BMC es correcta, incluyendo textos del propio Péter Eötvos sobre esta edición discográfica, aunque se echa en falta el libreto de la obra, compuesto por Mari Mezei a partir del diario de Sarashina -aquí en su edición inglesa-. Todo ello constituye una atrayente ventana al pasado a través de uno de los más acérrimos defensores de la música actual, una apertura poético-musical a un mundo de (en)sueños cargados de un equívoco lirismo.

Este disco ha sido enviado para su recensión por el sello BMC.
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