Discos
Refundar los orígenes
Paco Yáñez
A través de sus creaciones musicales, el compositor y director húngaro Péter Eötvös (Székelyudvarhely, 1944) ha recorrido los más diversos ámbitos de la realidad, ya sea a través del arte o por medio de referencias históricas con las que ha ido glosando el tiempo que le ha tocado vivir. Así, adentrándonos en su generoso catálogo podemos viajar del Japón medieval al trasbordador espacial Columbia, de la mítica Atlántida al vuelo espacial de Yuri Gagarin, o del asfixiante universo de Chejov al recuerdo de su amigo Frank Zappa, entre los múltiples caminos que entrevera y a cuyas sendas nos dirige, alquitarando sus naturalezas acústicas en los más diversos estilos de la contemporaneidad.
En esta ocasión, Péter Eötvös nos conduce a los orígenes, en una vuelta al paraíso de la mano de la mitología cristiana (si bien Eötvös, en su germinal Kosmos (1961, rev. 1999), se había remontado aún más atrás, al mismísimo big bang). Ahora bien, nada de lectura ortodoxa encontraremos aquí, pudiendo parafrasear el título de otra ópera del húngaro, Love and other Demons (2008), para afirmar que nos encontramos ante el amor en sus más endiabladas formas, luciferinas, para rescatar al personaje de Lilith, primera esposa de Adán, tras cuya expulsión del paraíso llega a un pacto con Lucifer para recuperar a su exmarido y destruir a Eva... Muchas lecturas se han llevado a cabo de esta ópera tras su estreno; fundamentalmente, la de que se trataba de una defensa de los derechos de la mujer, criticando Eötvös la subordinación de Eva con respecto a Adán, algo que permitía al compositor el proponer un nuevo comienzo de la sociedad basada en una relación alternativa, la de Lilith con Adán, más igualitaria que la representada por Eva como 'costilla' del primer hombre (siguiendo la lectura del creacionismo)...
...es así que en la ópera en doce escenas que hoy nos ocupa, Paradise Reloaded (Lilith) (2012-13), Péter Eötvös se pregunta qué tipo de sociedad y cultura hubiesen surgido en nuestro entorno de haber tomado la Biblia a la primera esposa de Adán, Lilith, como mujer primordial. Es ésta una cuestión que se deriva de una ópera inmediatamente anterior, Die Tragödie des Teufels (2009), igualmente con libreto del alemán Albert Ostermaier, en la que el foco se ponía sobre otra figura negativa del texto bíblico, la de Lucifer. Lilith es ahora conducida -en la primera escena- a un destino similar, con su expulsión del paraíso y su condena al exilio en el desierto, donde ha de vivir como madre de demonios. De ahí su retorno al paraíso en busca de Adán, para tener con éste un hijo y así liberarse de tan mefistofélica descendencia. Es a partir de este hecho cuando comienza el conflicto entre una Lilith que fuera creada igual a Adán, como ser primordial directamente emanado de Dios, y una Eva que no es sino una prolongación de Adán, así como la sumisión y el sacrificio de sí misma antes señalado, frente a la libertad de Lilith. El conflicto entre ambas mujeres, y entre Adán y Lilith en sus ruegos, se resuelve, siguiendo la tradición, a favor de Eva, si bien el final de la ópera queda abierto a un nuevo comienzo, a un reloaded (de ahí el título de la obra) que refunde la carga que la elección de Adán por la 'mujer-costilla' señaló para cientos de generaciones futuras.
La trama de Paradise Reloaded (Lilith) se acerca, igualmente, a la de Az ember tragédiája (La tragedia del hombre, 1861), de Imre Madách, una de las obras más relevantes de la literatura húngara; poema dramático, a su vez, vinculado con el Paradise Lost (1667) de John Milton, así como con toda una corriente de creaciones literarias y musicales que tienen a Lucifer, Adán y Eva en el centro de una narrativa en la que el ser humano es puesto ante caminos discrepantes a los que la tradición y el orden les han señalado...
...ahora bien, en lo más puramente musical, Péter Eötvös, como en otras de sus óperas, parece deambular por un camino también ambivalente entre el plegarse a la tradición y el romper las cadenas de lo canónico. Aquí, ello afecta especialmente a un canto muy lastrado por lo convencional; por momentos, hasta aburrido en su acumulación de clichés, que llegan a lindar el recitativo, las arias y toda una panoplia de recursos que en muchos compases nos harán recordar al Rake’s Progress (1947-51) stravinskiano. Otra impronta audible es la de Alban Berg, especialmente en los pasajes más expresionista, mordaces y satíricos. Muy fugazmente se asoman, incluso, algunos dejes ligetianos, los que asientan una ópera también vocalmente heterogénea y omnicomprensiva, como la iconoclasta Le Grand Macabre (1974-77). En el apartado instrumental, se concede Eötvös más libertades, y quizás ahí se escondan las nuevas rutas para una sociedad futura, pues en lo vocal no podríamos decir que Lilith inaugure tiempo alguno; si acaso, los ángeles caídos y el diablo al asomarse a la partituras en algunas de sus escenas (una sociedad futura que sí parece, desgraciadamente, cada día más cercana en esta segunda década del siglo XXI, por lo que esperemos que en tal lectura de las calidades artísticas de esta ópera no se esconda una profecía de tanta oscuridad y gárrula estulticia como nos rodea, ya sea en el paraíso, en el infierno, o en los despachos de la Casa Blanca).
La grabación de Paradise Reloaded (Lilith) que hoy reseñamos es verdaderamente notable. Realizada en estudio, con supervisión de Péter Eötvös, en ella Gregory Vajda conduce a una muy refinada Hungarian Radio Symphonic Orchestra, correctísima en todo momento, y en la que se deja entrever un trabajo a conciencia sobre una partitura que, por otra parte, no pone en graves aprietos a la orquesta húngara. Si acaso, destacar algo en Eötvös tan importante como la asociación de los caracteres con el espacio, creando topologías psicológicas muy refinadas, expuestas con brillantez y muy bien asociadas a cada personaje. En lo vocal, la ya antes señalada convencionalidad, sólo rota en compases muy concretos, como los del comienzo de la décima escena, con sus sonidos guturales fruto de la sed (de venganza) de unos ángeles que muestran aquí su rostro vocal más diabólico. Pero, acto seguido, un recitativo de Eric Stoklossa, en su papel de Adán, que nos devuelve a las cavernas del canto, como la subsiguiente respuesta de Annette Schönmüller, en su papel de Lilith: uno de los personajes más interesantes y con más registros de la partitura; desde luego, más lograda que los apolíneos y excesivamente 'íntegros' Adán y Eva. Mención especial para Holger Falk en su papel de un Lucifer al que asoman igualmente muchos más matices, continuando esa larga estela de atracción por lo oscuro, tan fértil en la historia de la música; así como para Gernot Heinrich, Andreas Jankowitsch y Michael Wagner encarnando a un trío de ángeles que aporta algunos de los pasajes de mayor creatividad y riesgo vocal.
La grabación de Paradise Reloaded (Lilith), no excesivamente compleja en cuanto a registro, al no contar con grandes efectivos corales ni una participación de numerosos personajes simultáneamente en escena (proliferan en la ópera los dúos de un modo constante), es muy buena, de gran transparencia y correcta espacialización. La edición es la ya habitual del sello húngaro BMC Records, muy bella y cuidada, aportando una prolija sección de biografías de compositor e intérpretes, mientras que la información sobre la propia ópera queda reducida a media carilla -dentro de un libreto de 38 páginas (!)- lo cual se antoja escaso, pues ya sólo las fotografías ocupan mucho más espacio. Se ofrece también el texto completo (en alemán) de Paradise Reloaded (Lilith), escrito, como antes señalamos, por Albert Ostermaier, aquí en su arreglo para el libreto operístico a cargo de Péter Eötvös y Mari Mezei.
Estos discos han sido enviados para su recensión por BMC Records.
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