Discos
Oleadas revolucionarias
Paco Yáñez
Conmemoramos estos días el medio siglo del Mayo del 68 francés: aquella oleada de protestas que espoleó la universidad parisina sumando su más mediática revuelta a otras acontecidas en meses anteriores en diversos campus europeos, como la de Santiago de Compostela, en el mes de marzo (siempre dentro de los estrechos márgenes que imponía el régimen dictatorial de Francisco Franco), o la de la Complutense de Madrid, también en mayo y con una especial presencia de lo musical; acciones concientizadoras en occidente que discurrían en paralelo con otro movimiento liberalizador de sustancial trascendencia en aquel convulso 1968: la Primavera de Praga...
...todo ello, en Europa; mientras, en Sudamérica las revoluciones tomaban un cariz más trágico y violento, con la confrontación de las guerrillas de inspiración marxista con los regímenes militares apoyados, en muchos contextos, por la CIA norteamericana con el objetivo de controlar semejante granero de mano de obra y materia prima como el que Sudamérica representaba (así como para contener la expansión de un comunismo ya asentado en Cuba). Compositor de larga y activa militancia en el Partido Comunista Italiano -desde el año 1952-, Luigi Nono (Venecia, 1924-1990) hizo suya la lucha de los colectivos izquierdistas sudamericanos a lo largo de los años sesenta y setenta del pasado siglo, incorporando textos de sus poetas y líderes políticos a varias de sus obras. Como una ola de fuerza y luz (1971-72), monumental partitura para soprano, piano, orquesta y cinta magnética, es una de las páginas más explícitas al respecto, además de una de las que recoge de forma más descarnada la tensión social y política que asolaba Sudamérica en aquel periodo. Es, además, una composición producto de la vivencia de primera mano del propio Nono, pues de abril a junio de 1971 el veneciano se instaló en Chile, país cuya situación artística, social y política quería conocer en persona tras la elección de Salvador Allende en noviembre de 1970. Entre los numerosos contactos establecidos por Luigi Nono en Santiago de Chile, una de las personas con las que más simpatizó fue Luciano Cruz Aguayo, uno de los líderes y fundadores del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. La muerte de Luciano Cruz, en agosto de 1971, redirigió por completo la partitura para piano y orquesta que Nono ya había comenzado con Maurizio Pollini y Claudio Abbado como intérpretes dedicatarios. Así, Como una ola de fuerza y luz se convirtió en un epitafio musical (género compositivo ya transitado por Nono anteriormente, con Federico García Lorca entre los artistas conmemorados) para el revolucionario muerto, tomando Nono como base textual para su partitura un poema del escritor argentino Julio Huasi, cuyos versos cantará en el estreno la soprano búlgara Slavka Taskova haciendo de esta página lo que Paulo de Assis define -en sus excelentes notas para este compacto- como un «réquiem secular».
Una de las ventajas de esta interesantísima edición discográfica que hoy reseñamos es, precisamente, que en los cortes del compacto explicita el programa de Como una ola de fuerza y luz, algo que no presentaba el registro dirigido en 1976 por Herbert Kegel (Berlin Classics 0021412BC); mientras que la histórica grabación de Maurizio Pollini y Claudio Abbado (Deutsche Grammophon 423 248-2) sí se dividía en los siete episodios que a continuación veremos. Mientras, este disco de Kairos nos muestra cómo la partitura se divide en dos partes (tituladas Ellos y Nosotros), a su vez repartidas en dos secciones: Invocación y lamento de Luciano (subdividida en tres pasajes: 'Preludio', 'Invocación' y 'Lamento'), y Presencia de Luciano en la ausencia (subdividida en dos pasajes: 'Lucha' y 'Recuerdo'), en la primera parte; y La Larga Marcha (sección en la que Nono convoca a Mao Zedong y al Partido Comunista de China) y Explosión colectiva en la certeza de la ausencia de Luciano, en la segunda. De este modo, y según Paulo de Assis, se produce una «personificación» de los distintos instrumentos aquí tocados, de forma que el piano se asociaría con el propio Luciano Cruz; la soprano, con una figura femenina que aparece en diversos momentos adoptando los roles de madre, amante y compañera política del héroe; la orquesta transubstanciaría acústicamente al aparato del Estado (recoge Assis cómo en los esbozos de la partitura se cita como «spiriti infernale»); mientras que la cinta magnética adoptaría un papel de comentarista, enlazando los diversos elementos aislados (de ahí, el que soprano y piano solista tengan tanta presencia en la misma). Así, si en la primera parte asistimos a las luchas políticas de Luciano Cruz, a su muerte y al dolor producido por la misma; en la segunda somos los oyentes, cada uno de nosotros, los impelidos por el ejemplo del revolucionario chileno para continuar sus luchas. Parte de la fuerte tensión músico-política que se deriva de la partitura se debe, además de a sus potentísimas dinámicas y choques entre grupos instrumentales, solistas y cinta, a lo que Assis dice refinada estructura post-serial en clústers de cuartos de tono, cuya inestabilidad armónica provoca una continua sensación de catástrofe. Sería algo extensible a la voz de la soprano, cuyas secuencias de intervalos relaciona Assis con las escalas pentatónicas del folclore búlgaro (ámbito cultural del que es originaria Slavka Taskova, en un nuevo ejemplo de cómo Nono personalizaba cada una de sus composiciones y partes musicales en función del solista que la interpretara). El ritmo es también un elemento que compacta a piano y orquesta, con doce ritmos básicos que a lo largo de la obra se superponen, permutan, espejean, etc. Ello contribuye a estructurar acústicamente esas olas de fuerza y luz sintetizadas por Nono con asociaciones, fluctuaciones, melismas y unos reguladores dinámicos que crean, más que olas, verdaderos tsunamis dentro de la orquesta, frente a cuyos marasmos y acometidas en fortissimo se defiende un piano de personalidad musical extrema en sus registros: todo un ejercicio de fuerza en un aguerrido martellato de reminiscencia bartokianas para sobrevivir a las acometidas de esa orquesta-Estado-represivo.
Curiosamente, aunque el 28 de junio de 1972 fue la Orchestra del Teatro alla Scala la formación que estrenó en Milán Como una ola de fuerza y luz, las tres grabaciones discográficas hoy en día disponibles fueron registradas por orquestas alemanas: Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks (DG), Rundfunk-Sinfonie-Orchester Leipzig (Berlin Classics) y ésta que hoy presentamos (Kairos), con una imponente WDR Sinfonieorchester Köln bajo la dirección del también alemán Peter Rundel, músico con una larga trayectoria en la obra de Nono que se remonta a sus años de violinista en el Ensemble Modern y, como director, a 1993, año en el que dirige con Ingo Metzmacher al conjunto de Frankfurt la soberbia grabación en vivo de Prometeo. Tragedia dell’ascolto (1981-85) publicada por la EMI (5 55209 2). Registrar una obra que presenta la abigarrada complejidad de Como una ola de fuerza y luz hace que ninguna versión se pueda considerar definitiva. Así, el comienzo del 'Preludio' tiene un recorrido dinámico mucho más amplio y gradual en Abbado, prácticamente dal niente; mientras que en Rundel se nos ofrece ya con virulencia desde su comienzo, poniendo sobre la mesa lo que será una lectura marcada, en general, por su ferocidad: tanta, que por momentos, como en el comienzo de Explosión colectiva en la certeza de la ausencia de Luciano, el piano de Jan Michiels resulta casi inaudible en medio de cinta y orquesta (donde Pollini se destaca con gran presencia y protagonismo). Ello se debe en parte, también, a que la cinta adquiere en este registro de Kairos un papel tan preponderante como hasta ahora nunca habíamos escuchado, reforzando esa agresividad general; agresividad, en lo orquestal, apuntalada por unos metales y unas percusiones de la WDR verdaderamente acongojantes (el punto instrumental más alto de este nuevo registro). Otras partes suenan claramente mejor en esta versión de Kairos, como las tesituras agudas en las maderas con las que finaliza La Larga Marcha, en este registro de una virulencia insospechada que llega a herir nuestros oídos. El piano, como después veremos en ...sofferte onde serene... (1975-77), resulta un tanto seco y mecánico, sin el humanismo que Pollini confiere a la transfiguración de Luciano Cruz en su instrumento. El de Michiels es un revolucionario más robótico, más eisensteiniano, marcado por un martellato feroz; aunque, curiosamente, en algunos pasajes -como el antes citado de la cuarta parte- se pierda su rastro entre el musculoso tejido orquestal de la WDR. En cambio, a la soprano Claudia Barainsky no le podemos poner pega alguna. Cantante de larga trayectoria noniana, su dicción del castellano es claramente mejor que la de Slavka Taskova, con unos agudos impresionantes y un ejemplar manejo del portamento en los saltos interválicos más extremos, adquiriendo su voz una textura prácticamente instrumental que hace de su canto un glissando más en las sucesivas olas que recorren la orquesta. La mejor y más espacializada presencia de la voz grabada en la cinta magnética posibilita el que Barainsky dialogue intertemporalmente con Taskova de un modo más nítido y refinado que en la versión de 1977: parte de las virtudes de una cinta que, sin duda, se escucha en esta versión con la mejor definición y especialización que hasta ahora habíamos conocido en Como una ola de fuerza y luz, página que, así pues, suma un nuevo y necesario registro fonográfico con virtudes más que suficientes para ensanchar nuestra comprensión de esta obra, dotándola de renovados perfiles (que no agotan, ni mucho menos, los de las versiones ya existentes).
El continuo que establecen Como una ola de fuerza y luz y la ópera («azione scenica», como Nono la denominaba) Al gran sole carico d'amore (1972-74) marca el cénit de la expresión política en el catálogo del veneciano; al menos, de una política explícita como protagonista de sus composiciones, pues en su última década de vida ésta se presenta de forma más sublimada entre un universo de referencias poéticas que, en todo caso, comportan asimismo ecos revolucionarios (¿cómo no escucharlos en Friedrich Hölderlin, poeta que tanto marcó al último Nono), además de hacerse nuevamente explícitos en páginas como Caminantes... Ayacucho (1986-87). Mientras, ...sofferte onde serene... es el comienzo de un nuevo periodo estilístico (el tercero en la carrera del veneciano, de 1975 a 1990), de los caminos que conducen a ese Nono tardío, a la par que un buen ejemplo de cómo ese nuevo Nono incorporaría elementos musicales del más explícitamente político (la relación a través del piano en cinta magnética, en este sentido, es directa entre las dos piezas de Luigi Nono recogidas en este compacto). Tal y como Paulo de Assis nos informa en sus notas -citando palabras del compositor-, tras la radical violencia de Al gran sole carico d'amore, Luigi Nono se adentra en un proteico periodo de silencio y estudio de cuya profunda reflexión sobre el lenguaje resulta ...sofferte onde serene..., una obra que Assis vincula directamente con los modelos de composición en variación y canon que Nono había analizado en los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo con algunos de sus maestros en aquel periodo, como Hermann Scherchen y Bruno Maderna. La componente política se trasladaría, así, de lo más 'panfletario' (que es como Nono temía se entendiesen sus piezas estrictamente políticas) a la revolución personal que supone para cada oyente el reto de la escucha que el último Nono nos tiende, con Prometeo como ejemplo arquetípico (algo tan vigente, cuatro décadas más tarde, en este siglo XXI de ruidos y furias).
Dichos análisis se vuelven a poner, como ya ocurriera en Como una ola de fuerza y luz, al servicio de un canto fúnebre, pues tal es de nuevo ...sofferte onde serene..., partitura para piano y cinta magnética barrida por los vientos de muerte que golpearon en 1975, como las olas de la laguna veneciana, a las familias del propio Nono y de Maurizio Pollini, igualmente dedicatario de ...sofferte onde serene... Las cinco secciones ininterrumpidas de la partitura hacen dialogar al pianista en vivo con su sombra acústica, emanada desde la cinta, en la que se registran pasajes grabados por el propio Pollini; de este modo, sempiterna figura que reaparecerá en cada ejecución, todas asociadas a esta pieza por él estrenada. Como señalamos en septiembre de 2013, al reseñar la segunda grabación discográfica de Markus Hinterhäuser (NEOS 11122), tanto el propio Hinterhäuser como Maurizio Pollini, en sus dos registros de los años 1977 (Deutsche Grammophon 423 248-2) y 1999 (TDK DVWW-DOCNONO), mandan en la fonografía de ...sofferte onde serene..., quedándome como primera opción, en global, con la grabación en NEOS de Markus Hinterhäuser algo por encima de su toma en vivo del año 1993 en el Festival de Salzburgo (col legno 1CD WWE 31871); mientras que de entre las lecturas de Pollini mis preferencias irían hacia la segunda, con mejor toma de sonido, más robustez y una exposición más sangrante, visible en el dolor que expresa el rostro del pianista italiano en dicha filmación.
Este nuevo registro del sello Kairos cuenta con Jan Michiels al piano, y aunque su lectura resulte notable, la encuentro por debajo de las respectivas segundas grabaciones de Pollini y Hinterhäuser, resultando una versión más mecánica y rígida que la de un Hinterhäuser que es capaz de exponer, sin renunciar a una precisión técnica impactante, una mayor expresividad y poética, así como un sentido fúnebre más evidente. Lo que sí destaca sobremanera en este nuevo registro es la presencia y la especialización de la cinta magnética, cuya proyección sonora dirige en este compacto el propio Paulo de Assis, pianista al que escuchamos, en septiembre de 2009, una soberbia interpretación de esta obra en el marco del [ORCiM] Research Festival celebrado en el Orpheus Instituut de Gante, donde Assis llevaba a cabo una investigación sobre la partitura de ...sofferte onde serene... de cara a establecer una nueva edición crítica de la misma para la editorial Ricordi. Se echa de menos, por tanto, que el propio Paulo de Assis hubiese tocado la pieza en este compacto (aunque me consta que un disco con su lectura será publicado en breve por el Orpheus Instituut), aunque su proyección sonora de la cinta nos permite disfrutar del conocimiento por él acumulado durante sus años de interpretación y estudio, recuperando la cinta original en estéreo, que escuchamos aquí por primera vez en disco. Tal y como nos recuerda Paulo de Assis en sus notas, las cintas preservadas en el Archivio Luigi Nono de Venecia, así como el registro fonográfico de Maurizio Pollini para la Deutsche Grammophon, muestran esa proyección en dos canales, posteriormente perdida, de forma que hasta hoy todas las grabaciones comercializadas de ...sofferte onde serene... se han efectuado con cinta monofónica. En el marco de sus investigaciones, a partir del año 2000 Paulo de Assis comienza a coordinar una digitalización profesional de las cintas de trabajo conservadas en el Archivio Luigi Nono, colaborando para ello con el SWR Experimentalstudio y André Richard, a quien podemos considerar albacea musical de Luigi Nono. Posteriormente, en el año 2013 Assis procedió, en el Orpheus Instituut y con la asistencia técnica de João Rafael, a la reconstrucción de la cinta estereofónica a partir de dichas digitalizaciones (que se especifican como cintas 71, 72, 73A, 73B y 153 del Archivio Luigi Nono), proveyendo el material original completo para la cinta final aquí escuchada. De nuevo según Assis, se trata de una cinta que coincidiría fielmente con la que recoge el registro de Pollini del año 1977, incluidas las alternancias entre pasajes monofónicos y estereofónicos, algo que ejemplifica con el fragmento audible entre los minutos 9:46 y 9:55, en el que un acorde de Sol mayor se mueve a izquierda y derecha de nuestros altavoces. Evidentemente, la nitidez con la que apreciamos ahora dicha movilidad es mucho mayor que en la edición publicada en Deutsche Grammophon XXth Century Classics (cuyo sonido deja bastante que desear), como la transparencia en general de toda la lectura de Jan Michiels. De este modo, la sensación ya no es sólo la de escuchar a un pianista en directo y a su sombra, sino, por momentos, la de escuchar a tres pianistas girando en torno a un solo instrumento y sonoridades centelleantes, convocando toda una danza de la muerte, a pesar de la más seca interpretación de Jan Michiels.
Como acabamos de comprobar, a lo largo de las últimas décadas, el compositor, pianista y musicólogo portugués Paulo de Assis (Amarante, 1969) ha estudiado en profundidad la obra de Luigi Nono, algo de lo que dejamos constancia tanto en el año 2009, a raíz de sus ponencias en Gante (en el marco de las cuales se ofreció la interpretación de ...sofferte onde serene... antes mencionada), así como en 2015, con motivo de la publicación del libro Luigi Nono - Escritos e entrevistas, volumen en portugués coordinado por Paulo de Assis y publicado por Casa da Música y el Centro de Estudos de Sociologia e Estética Musical (con ISBN 978-989-20-5403-2). Como compositor, Paulo de Assis también se ha nutrido de sus estudios nonianos, uno de cuyos resultados más bellos y evidentes es la partitura para orquesta y tres grupos instrumentales (espacializados rodeando al público) que en este disco escuchamos, unfolding waves... con luigi nono (2012), una obra que su propio creador reconoce presenta deudas con otras dos páginas y autores que también nutren su aparato estilístico: el Karlheinz Stockhausen de Gruppen (1955-57) y el Helmut Lachenmann de Mouvement (-vor der Erstarrung) (1982-84). unfolding waves... con luigi nono es una partitura muy sólida y disfrutable, repleta de reminiscencias del compositor veneciano, ya por estilo, ya porque ...sofferte onde serene... provee los materiales de lo que inicialmente iba a ser una transcripción orquestal de esta página. Finalmente, Assis convirtió a la orquesta en un trasunto del piano, mientras que los tres grupos instrumentales tocan acústicamente los pasajes de la cinta magnética, lo que crea una impactante sensación de adentrarse en el propio piano noniano (uno de los ejemplos más evidentes lo escuchamos en el séptimo minuto de la obra, con esas vibrantes constelaciones pianísticas, aquí centelleando en el ecuador de esta pieza de 14 minutos de duración desde las percusiones). Por esa dispersión de los efectivos instrumentales, unfolding waves... con luigi nono presenta, asimismo, influencias directas de partituras tardías de Luigi Nono también espacializadas, como No hay caminos, hay que caminar... Andrej Tarkowskij (1987) y la antes citada Caminantes... Ayacucho, improntas reconocidas por Paulo de Assis en su libreto y que confieren más sustrato histórico y enjundia a su partitura. Como en el caso de Como una ola de fuerza y luz, es la WDR Sinfonieorchester Köln, con dirección de Peter Rundel y Léo Warinsky, la formación que se hace cargo de una lectura que parece, al menos en disco compacto, impresionante, aunque se pierdan los efectos espaciales y se reduzca esa potente sensación de estar habitando las interioridades acústicas de un ...sofferte onde serene... orquestalmente transfigurado a gran escala por el buen hacer de Assis.
Al igual que en los anteriores registros de Luigi Nono en el sello Kairos, de los cuales reseñamos hace ya diez años el doble compacto (Kairos 0012512KAI) que recogía obras tardías del veneciano como No hay caminos, hay que caminar... Andrej Tarkowskij; Caminantes... Ayacucho; y "Hay que caminar", soñando (1989); o, previamente, el registro de La lontananza nostálgica utópica futura (1988-89) con la violinista Melise Mellinger y Salvatore Sciarrino en la proyección sonora (Kairos 001202KAI), han sido los ingenieros de la WDR de Colonia quienes se han encargado de unas grabaciones de gran altura; de nuevo, de lo mejor en estas partituras en disco, destacando en las dos piezas de Nono la impresionante presencia de la cinta magnética. El libreto, que ya hemos citado en diversas ocasiones a lo largo de esta reseña, es de lo más interesante, con ensayos para cada una de las partituras a cargo de Paulo de Assis, los textos de Como una ola de fuerza y luz, y diversos esquemas y ejemplos de partituras para una mejor comprensión de las estructuras y los planteamientos que vertebran páginas de tal complejidad y belleza como las de Nono: productos inequívocos de épocas en las que la revolución y la utopía caminaban de la mano. Cuando alguien se pregunta qué queda de todas aquellas oleadas revolucionarias, al menos podremos decir que la voz de sus poetas, tal es aquí la de Luigi Nono.
Este disco ha sido enviado para su recensión por Kairos.
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