Discos
Pie al pie de página
Paco Yáñez
A lo largo del último lustro, han aparecido en el mercado discográfico español una serie de muy recomendables compactos dedicados al saxofón contemporáneo y actual, entre los que encontramos el ya reseñado en Mundolasico.com del Sigma Project con partituras de Jesús Torres, Germán Alonso, Ramón Lazkano, José Manuel López López, Félix Ibarrondo y Juan José Eslava (Sigma Records SR 001); el de Ricard Capellino con obras de Alberto Posadas, Mark Andre, Hèctor Parra y Raphaël Cendo (Orlando Records or 0025); el de Ángel Soria con piezas de Joan Magrané, Jesús Torres, Javier Quislant, Juan José Eslava, Alberto Posadas y Alberto Bernal (IBS Classical 142017); o el recientemente publicado por Pedro Pablo Cámara, en un estupendo doble compacto que reúne partituras de Giacinto Scelsi, Nadir Vassena, Giorgio Netti, Salvatore Sciarrino, José María Sánchez-Verdú, Luciano Berio, José Luis Torá, Abel Paúl, James Tenney, Jonathan Harvey, Camilo Méndez Sanjuán y Germán Alonso (IBS Classical 222018).
A ellos se suma el disco que hoy reseñamos, publicado por Sinoidal Ensemble bajo el título / de la copia al original /, un compacto en el que el cuarteto de saxofones malacitano dialoga con el pasado: voluntad de abismarse a la tradición desde el presente que es seña de identidad del conjunto desde su fundación en el año 2013, tal y como lo expresan en su ideario, al referirse a su «inquietud de interpretar tanto músicas de nuestros días como revisar repertorio de otras épocas desde una visión única y actual». En esta edición, el diálogo con el ayer se desarrolla a varios niveles, ya integrando partituras del pasado, ya por medio de su arreglo para cuarteto de saxofones, o por la revisión de los textos originales llevada a cabo por parte de los propios compositores para dicha plantilla; de forma que vayamos con la primera de estas miradas a caballo entre tantos tiempos y espacios...
...ésta sería la de uno de los compositores que más hizo evolucionar la música del siglo XX, precisamente, nutriéndose de la firme base de la tradición europea, hundiendo sus raíces en la polifonía renacentista y en el canto medieval, así como en la música popular, siguiendo el modelo de uno de sus maestros, Béla Bartók. Nos referimos a György Ligeti (Dicsőszentmárton, 1923 - Viena, 2006), de quien Sinoidal incluye en este disco sus Sechs Bagatellen (1953); a su vez, reescritura de una obra previa del propio Ligeti, su Musica ricercata (1951-53): alfaguara (originariamente pianística) que a tantos arreglos y transcripciones ha dado lugar, ya fuere para órgano, para acordeón, para quinteto de viento, o para cuarteto de saxofones; en el caso que hoy nos convoca, en el arreglo efectuado en 2007 por Fabio Oehrli. Estamos ante una partitura, por tanto, que parece resistirlo casi todo, así como funcionar con la plantilla instrumental que fuere: un pensamiento que, de algún modo, conecta con el segundo de los compositores aquí reunidos; especialmente, si pensamos en sus obras de cámara tardías. Y es que la segunda partitura del compacto nos vuelve a conducir al terreno del arreglo; en este caso, el efectuado para cuarteto de saxofones por Katsuki Tochio del Italienisches Konzert en fa mayor (1735) de Johann Sebastian Bach (Eisenach, 1685 - Leipzig, 1750), una obra que ya no diría que resista el arreglo tan bien como las Sechs Bagatellen; de forma que, por empeño que ponga el ensemble Sinoidal, para escuchar este Italienisches Konzert en su justa medida me iría a estupendas versiones en clave como las de Andreas Staier (Deutsche Harmonia Mundi 05472 77330 2), Ton Koopman (Erato 2292-45787-2), o Pierre Hantaï (Mirare MIR 251); y es que, en (des)arreglo para cuarteto de saxofones, los movimientos primero y tercero diría que hasta se banalizan, pecando de mundanos y triviales.
Cierra este disco la única partitura original para cuarteto de saxofones, Canzoniere di Scarlatti (1998), de Salvatore Sciarrino (Palermo, 1947), autor de uno de los monumentos mayores para este instrumento escritos a lo largo de las últimas décadas: La bocca, i piedi, il suono (1997), con su orquesta de cien saxofones en movimiento; una propuesta que en disco compacto podemos escuchar en una colosal interpretación conducida por el propio Sciarrino, recogida en no menos primorosa edición por el sello col legno (WWE 1CD/DVD 20701). Los presupuestos en cuanto a orgánico en Canzoniere di Scarlatti son mucho más modestos, procediendo en estas piezas Sciarrino a uno de sus habituales diálogos con la proteica tradición musical italiana que el compositor siciliano, como Ligeti y como el propio Bach, tiende hasta la polifonía renacentista, de la cual los tres autores aquí reunidos son dignos herederos. En Canzoniere di Scarlatti, Sciarrino no retrocede tanto en el tiempo, actualizando aquí (y por este orden) las sonatas K. 208, K. 350, K. 404, K. 209, K. 255, K. 359 y K. 153 de Domenico Scarlatti. De nuevo, uno se iría a los antes citados Andreas Staier y Pierre Hantaï (en sus registros para Deutsche Harmonia Mundi, Auvidis-Astrée y Mirare) para aquilatar lo más interesante de las sonatas de Scarlatti, pues no estamos, ni mucho menos, ante el mejor Sciarrino, quedando el conjunto del disco un tanto en tierra de nadie, entre el pasado y ayer, pues lejos están estas partituras de la actualidad de los discos mencionados al comienzo de la reseña. El carácter tan ligado y melódico que Sinoidal confiere a estas lecturas sciarrinianas, nos aleja, además, del original barroco para clave, sin que tampoco uno acabe de reconocer a Sciarrino; por lo que, más allá de la curiosidad del tratamiento que el compositor italiano lleva a cabo de la música de su compatriota afincado en España, la composición vuelve a pecar de liviandad, a años luz de sus grandes partituras.
Aunque en el caso de Sciarrino nos encontremos con unas interpretaciones un tanto alicaídas, en general, estamos ante un disco marcado por su vitalidad; de un modo muy señalado, en las Sechs Bagatellen ligetianas, que diría resultan lo más disfrutable del compacto, con un gran fraseo por parte de Sinoidal Ensemble y un cuidado balance en lo polifónico para señalar ambientes: de lo más jovial a lo más siniestro de ese reflejo de una Hungría ahogada por el estalinismo (que decía Ligeti es la Musica ricercata); destacando, asimismo, una pulcra afinación que hace que disfrutemos con gran transparencia de cada voz del cuarteto, con mención especial para Ana Lencina en el saxofón soprano, capaz de un sonido sostenido de gran equilibrio y limpieza, sin rugosidad allá donde no se precisa, con un cantabile extraordinario. Como contrapunto, y en el otro extremo, también muy sólido suena el saxofón barítono de José Miguel Cantero, bien aplomado y contundente. Elisa Urrestarazu, en el saxofón alto, y Fernando José Laguna, en el tenor, completan un cuarteto muy equilibrado y bien trabajado en lo que a relieves y respiración del conjunto se refiere; otra cosa es que las partituras sean de suficiente peso (ojo: en este formato), como para animarnos a reescuchar el disco más allá de conocer los arreglos de los originales ligetiano y bachiano, así como las citadas limitaciones y escaso peso artístico de la partitura de Sciarrino; por lo que esperamos que futuras entregas discográficas de Sinoidal se abismen a partituras originales de mayor calado, actualidad y enjundia, propias del siglo que transitamos.
Por lo que a la edición del compacto se refiere, ésta es del todo sencilla, limitándose a la presentación en formato digipak del disco, aprovechando el cartón para darnos a conocer los cortes de la grabación y sus duraciones, además de los datos básicos relacionados con el registro. En todo caso, en la propia web de Sinoidal (a la que se accede desde esta misma reseña) se pueden encontrar notas para esta edición a cargo de la musicóloga Marina Hervás. La toma de sonido, efectuada en el Conservatorio Superior de Música de Málaga por José Luis García Jiménez, es muy clara y presente, individualizando a cada músico de forma muy notable, lo que ayuda a esa bien llevada polifonía y transparencia en el fraseo a la que antes nos referíamos.
Afirma Marina Hervás en la web de Sinoidal (citando, a su vez, a Alfred North Whitehead) que la filosofía occidental se conforma como notas al pie de Platón, y que quizás en el terreno de la música suceda un tanto lo mismo (habría que preguntarse al pie de quién). Yo diría, como Jorge Luis Borges, que el arte es la gran biblioteca de Babel, repleta de entradas (más que de notas-a-pie-de) cada una de las cuales ensancha el conocimiento humano, con la sustancia propia de cada individualidad y tiempo que las haya producido. La cuestión es que tanto dichas entradas como sus notas a pie de página sean trascendentes y aporten una creación de calado; pues, de lo contrario, llegados al pie (tal sería el arreglo) del pie de página, la sustancia original es cosa ya borrosa.
Este disco ha sido enviado para su recensión por Sinoidal Ensemble
Comentarios