Cuando llegamos a la Casa da Música recogimos la programación de 2020, y allí nos quedamos esperando al comienzo del concierto, mirando la nueva agenda y comentando excitados la oferta. No es que estemos cansados de asistir a conciertos, eso nunca, pero a veces cuando miramos el programa de un concierto al que estamos pensando en asistir no lo hacemos con ilusión. Hay obras que parecen repetirse vayas donde vayas, mientras hay repertorios amplísimos que nunca parece existir ocasión de escuchar. Con la Casa da Música predomina la ilusión, esa ilusión que nos hizo meternos en un viaje relativamente largo y cansado para escuchar a una orquesta que no es la de Chicago, ni la Filarmónica de Berlín. Pero es que El príncipe de madera, con ser tan famoso, se escucha muy poco, y para Maruxa este era su primer Birtwistle orquestal en vivo. Ni…
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