Una inauguración modesta (cancelaciones ayudando), que
podría haber sido algo mejor si no hubiera sido (mirabile dictu!) por una puesta en escena que empieza bien y sigue
mal. Si no ando errado, la directora Mitchell saltó a la fama
por un espectáculo de Lucia en el que
había creo bastante sangre y una protagonista (Damrau) muy embarazada. Parece
que lo del embarazo (por fortuna no la sangre) es un rasgo estilístico -para
llamarlo de algún modo- porque aquí también Ariadna está embarazada de Teseo y
su hijo nace cuando llega Baco (llega es un modo de decir porque todos están
siempre presentes como en el prólogo). El caso es que, por más que Zerbinetta
lleve un traje de luces -no a la torera pero casi- los movimientos son bastante
tradicionales.
Lo malo es que además de agregar frases que no me parece que las
haya escrito alguien de alguna…
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