Muchas veces la llamada perspectiva histórica es una trampa que reduce y anquilosa nuestra visión sobre toda una época. Cuando se habla del 1890-1900 en Francia, el melómano piensa en Debussy y Ravel, tal vez también en Satie. Y punto.
Pero al igual que, en el 1890-1900, convivían en las artes plásticas francesas obras tan distintas como las de Monet, Renoir o Rodin (ya mayores), las de Mucha, Guimard o Lalique, las de Odilon Redon y Gustave Moreau, las de Cézanne, Van Gogh, Gauguin y tantos otros, en la misma época en Francia convivían corrientes musicales tan dispares como las encarnadas por los citados Debussy y Ravel, Fauré, el inclasificable Satie, el (ya entrado en años) Saint-Saëns, el muy elegante Messager, el bastante gamberro Terrasse, el embriagador Massenet, el inimitable Chabrier o los bastante wagnerianos Chausson y d'Indy.…
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