España - Castilla y León
Densidad aprovechada
Samuel González Casado
Denso programa el n.º 5 de la temporada de abono de la OSCyL, con dos obras sinfónicas que requieren gran cantidad de efectivos y muy exigentes para lo orquesta. También son exigentes para el público, y en ese contexto resulta curioso cómo Harold en Italia supuso el mayor éxito de la noche, mientras que en Vida de héroe los aplausos fueron más tímidos.
Este hecho me sorprendió, pues ambas interpretaciones me parecieron magníficas y Vida de héroe es mucho más conocida en la sala sinfónica que la obra de Berlioz.
A la salida, hubo cierto consenso en que la intensidad de la primera parte había provocado un problema de “relajación” en la segunda, y que algunas decisiones de
Sí queda claro que Harold en Italia fue lo mejor que se ha escuchado hasta ahora dentro de la temporada: orquesta y director motivadísimos, transparencia, compromiso, sonido majestuoso. La Orgía de los bandoleros se aprovechó al máximo rítmicamente y la precisión orquestal fue irreprochable ante tan difícil papeleta.
El violista Antoine
La “parte teatralizada” contribuyó a realzar visualmente la labor del solista, que como es bien sabido no resulta espectacular. Yo creo que este asunto escénico fue una especie de esbozo poco trabajado que se quedó a medio camino de todo, aunque no me molestó especialmente. Sentí que pudiera desviar algo la atención respecto al magnífico resultado sonoro, pero creo que al final contribuyó a que Tamestit cayera simpático y fuera aclamado merecidamente por su contribución.
La interpretación de Vida de héroe estuvo en un nivel muy parejo. Aparte de esa lentitud final, al comienzo (El héroe), muy vivo, le faltó cierta claridad en las líneas melódicas (muy presentes los metales al doblar a la cuerda grave, con pros y contras), aunque debe dejarse claro que resulta difícil para cualquiera. Pero todo lo demás estuvo bien o muy bien. Inolvidables La compañera y muchas partes de El retiro, planificados inteligentemente para hacer soltar alguna lagrimita por ahí, pero nada empalagosos, desde una emoción que no resultaba impostada. Intencionadas y muy personales intervenciones de la concertino Madeline
La versión, muy trabajada en cuanto a fraseo, también lo fue estructuralmente, con sus secciones perfectamente cosidas y ambientes variados, sin ninguna extravagancia. El sonido orquestal, como suele ocurrir en este director, fue opulento, pero se cuidó especialmente de que hubiera la suficiente transparencia como para que todas las familias aportaran lo que les corresponde (mucho, en este caso). En ese sentido, quizá al Campo de batalla le faltó algo de bravura o carácter, pero también es cierto que, como ocurre en las mejores versiones, en esta sección pueden descubrirse detalles inéditos si el concepto hace hincapié en el color, y así ocurrió.
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