Esterházy es hoy no solo
un nombre históricamente principesco sino la marca de una fundación que acaba
de cumplir 30 años. El origen de esta poderosa empresa que incluye desde
negocios inmobiliarios hasta el comercio de buenos vinos está en los dominios
de Paul Ezterházy, el príncipe terrateniente que lo perdió todo después de la
primera guerra mundial y se casó durante la segunda en Budapest con la burguesa
prima ballerina assoluta Melinda Ottrubay.
Ambos sobrevivieron el
régimen pro nazi en un pequeño piso de la capital húngara, pero el régimen
estalinista impuesto por los soviéticos le condenó a una prisión de la cual
logró escaparse durante el levantamiento revolucionario húngaro de 1956. A
partir de allí la mala suerte de este genuino matrimonio por amor alcanzó un
final feliz de cuento de hadas: las tropas soviéticas se retiraron de…
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