La parte escénica es una estupidez.No están mal los telones plásticos de colores, que en sí mismos son bonitos, ni las proyecciones de rectángulos coloridos entre los que predomina -vaya uno a saber por qué- la bandera italiana.
Anna Alàs i Jové en el papel de Romeo e Ilona Revolskaja, una soprano lírica en flor en el de Julieta brillan con magníficas voces, prístinas, naturales, sin sobreesfuerzos, nobles en timbres, perfectamente formadas y flexibles;
Más que una ópera o cantata, 'Intolleranza' es una manifestación de protesta donde coristas y bailarines gritan las incitaciones a la rebelión y la libertad prestadas de textos de ilustres autores como comentario a una acción dramática que desgraciadamente sigue teniendo actualidad
Vocal y escénicamente, Ludovic Tézier presentó un Scarpia de antología.No vemos en él ninguna mirada libidinosa hacia Tosca durante el primer acto.Solo se reduce a declamar sus líneas como comentarios tentativos e insinuantes, para luego explayarse antes y durante el 'Tedeum' con soberana calidad de timbre y mordente, pero siempre sin perder su compostura exterior.
Más que una 'deconstrucción' para presentar una revisión novedosa de la obra de Mozart y Da Ponte, este Don Giovanni de Castellucci y Currentzis terminó como una 'desintegración' incapaz de proponer no solo algo nuevo sino también coherente
En la propuesta de Kirill Serebrennikov, Montsalvat es un gulag, una cárcel de humillación y torturas en la cual una agresiva periodista llamada Kundry ha logrado entrometerse para un reportaje que le permite manipular a prisioneros y guardias.
La maravillosa ilustración dancística de la célebre sinfonía de Mahler que ideó Schläpfer es una creación crucial y fatídica que refleja la fragilidad de la existencia que nos viene acompañando tan de cerca desde el estallido de la pandemia.
Como siempre, el diablo termina perdiendo, porque no todo el mundo es como Don Giovanni, que prefiere irse al infierno antes que arrepentirse de su vida.Es entonces que campanas y órgano anuncian a los festivaleros de Salzburgo que también este año pueden entrar a ver su ópera vespertina con la tranquilidad de saber que Jedermann ha logrado salvar su alma
De la regie de Christof Loy merecen destacarse un movimiento de personas en los cuales las miradas, ya sea cómplices o temerosas, de los diferentes personajes acompañaron un movimiento escénico que transformó en secundarios los disfraces de Ferrando y Guglielmo, porque su colorido vestuario, contrastante con el riguroso negro de los demás, nunca podían hacerlos irreconocibles.
Una característica fundamental de esta regie es la humanidad de estas tres mujeres y la naturalidad de su movimiento.Gente como ellas vemos todos los días en todos lados.Y sus desesperaciones son domésticas, y nunca realzadas con gestos histriónicos