Parodiando a Winston Churchill, la historia de las colaboraciones entre Vicente Molina Foix y Luis De Pablo se puede resumir en la frase «De fracaso en fracaso hasta la derrota final».
Resulta muy interesante la idea de localizar cada acto en una época (1934, años 60 y etapa actual) y en unas situaciones sin duda de trascendencia para el género zarzuelero: registro de un disco, grabación de un programa de televisión y ensayo contemporáneo (resistencia o muerte definitiva del género).
Uno de los muchos atractivos que un festival como RESIS ofrece a su público, es el de que varios de los compositores que tenían obras programadas en A Coruña hayan estado presentes, a lo largo de las últimas semanas, en la ciudad gallega;
Este compacto es el más acabado fruto de una colaboración de la que les hemos venido dando cuenta a lo largo de los últimos nueve años: la que desde el 2011 ha unido al compositor mexicano Víctor Ibarra Cárdenas con el conjunto gallego de música actual Vertixe Sonora Ensemble.
Si a esto se le suma una versión musical tirando a plana, el bostezo está a la vuelta de la esquina y se explica que los fandangos hayan galvanizado al público, bastante numeroso aunque no agotaba las localidades.
El Teatro de la Zarzuela ha elegido para inaugurar su presente temporada una producción de 'El caserío' de Jesús Guridi que ya posee un conocido recorrido, pues ha podido verse desde 2011 en ciudades como Bilbao, Oviedo y Madrid, la última de las ocasiones hace cuatro años en la Sala Roja de los Teatros del Canal de la capital española
No podían la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid bajo la dirección de su titular, Víctor Pablo Pérez, haber hilado más fino para la apertura de su temporada por medio de este muy bien definido y elaborado programa conformado por tres obras patrias que tocaban por primera vez.
La temporada 2019-20 de la ORCAM [Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid] se inaugura con el estreno madrileño de "Torrijos" de Enrique Granados, música incidental para coro y orquesta para el drama homónimo en cuatro cuadros de Fernando Periquet y Laureà Fontanals.
Víctor Ibarra crea en Química del agua un verdadero metainstrumento que, como señalamos en el anterior párrafo, logra un gran equilibrio entre las voces y una importante cohesión tímbrica, lo que afianza notablemente esa transversalidad y sensación de serenidad.