La exposición impresiona por su logrado equilibrio entre la narración de las historias y destinos de las cuatro mujeres artistas y la valoración histórico-artística de sus obras.Sobre todo, también crea conciencia de las incisiones que el nacionalsocialismo hizo en el canon de la historia del arte.
El retrato clásico se centra en el rostro.El cuerpo a menudo se desvanece o se corta, pero siempre forma parte de la persona.El cuerpo es el límite físico del yo.La piel, como cáscara envolvente, es el umbral entre el interior y el exterior.
Con el tiempo y después de mucho estudio y mucho dinero invertido me di cuenta de que el “cubo blanco” es un fracaso y no sirve para la mayoría de las propuestas y temáticas que aborda el arte contemporáneo hoy.
Le stagioni artificiali es una llamada de atención por parte de Sciarrino, que nos advierte de los estragos que el ser humano está causando a la naturaleza y cómo ésta nos avisa de que quizás ya sea demasiado tarde para recuperar el canto de unos pájaros y el vuelo de unas mariposas que, poco a poco, se nos escapan entre las manos.
Dos exposiciones en sendos museos emblemáticos de Mannheim y Frankfurt me resultaron curiosamente similares en sus planteamientos 'revisionistas' del pasado.¿Qué significa esta tendencia?¿Es mera casualidad?
Tras varios años de laboriosa investigación, el Museo Städel ha logrado reconstruir en gran medida y por primera vez la colección original de dibujos de su fundador e identificar cerca de 3.000 obras que se han conservado en esa institución hasta el día de hoy.
El Museo von der Heydt de Wuppertal realiza en estos meses una muy interesante y vasta exposición titulada «Visión y horrores de la modernidad.La industria y el despertar artístico» que puede ser visitada vía internet durante estos días de confinamiento obligatorio por la pandemia del coronavirus.
Lo más importante para mí en mi trabajo es la idealidad que se encuentra detrás de la realidad aparente.Busco desde el presente dado el puente a lo invisible (Beckmann, 1938).
La barbarie nazi difamó el arte clásico moderno tildándolo de degenerado a iniciativa del siniestro ministro de propaganda del régimen, Joseph Goebbels, con la complicidad del no menos inicuo La barbarie nazi difamó el arte clásico moderno tildándolo de degenerado (Entartete Kunst) en una infame muestra itinerante presentada en Múnich por primera vez el 19 de julio de 1937, a iniciativa del siniestro ministro de propaganda del régimen, Joseph Goebbels, con la complicidad del no menos inicuo Adolf Ziegler, pintor favorito del Führer y presidente de la Cámara de Artes Visuales del III Reich., pintor favorito del Führer y presidente de la Cámara de Artes Visuales del III Reich.
Una maravillosa exposición, no exenta de sorpresivos contratiempos, tiene lugar en estos meses en el Museo Albertina, de Viena, una prestigiosa entidad que conserva una de las más importantes colecciones de arte del mundo.