Durante gran parte del siglo XIX, las canciones de Beethoven, Schubert, Schumann y Brahms se escucharon en el hogar, en el salón y, no menos significativamente, en la plataforma de conciertos junto con obras orquestales y corales.
Para entender por qué la Ostersonate de Fanny Mendelssohn tardó casi 200 años en ser interpretada como la sonata de Fanny, no solo hay que viajar un poco en el tiempo, sino hay que ser también un detective a lo Miss Marple.
Estamos ante una edición práctica que consigue su objetivo de ser "friendly singers" sin descuidar un ápice el imprescindible rigor en la minuciosa identificación de las fuentes y en la transparencia de los criterios de edición.
Leipzig vuelve a ser paulatinamente una ciudad de Lieder.Estudiantes como el barítono Louis de Boncourt, acuden desde todas partes del mundo a los cursos de sus excelentes profesoras y profesores.El género, marginado hasta hace algunos años de sus festivales, regresa por sus fueros y lo hace con refinamiento y exquisitez.
No importaba si era una joven virtuosa en gira artística, una estresada madre de siete hijos pequeños o una célebre música, si era una cotizada profesora de piano o si estaba siendo sometida a una terapia por un brazo dolorido.
Pauline Viardot-García tenía un enfoque completamente diferente al de Clara Schumann, Joseph Joachim y otros músicos del siglo XIX, quienes creían en la superioridad de la música alemana y hacían proselitismo de ella en sus viajes.
Sie war eine der berühmtesten und vielseitigsten Musikerinnen des 19.Jahrhunderts: die französische Sängerin, Pianisten und Komponisten Pauline Viardot-García, geboren vor 200 Jahre, am 18.Juli 1821 in Paris.
Clara Schumann Studies no pretende analizar a Schumann-Wieck según el paradigma del "gran compositor masculino", que está siendo sustituido gradualmente por una comprensión más diversa de la creatividad musical.
"Cuento con usted para hacer la revolución en el arte que el pueblo está haciendo en la política", fue el mandato que George Sand, una de las escritoras más influyentes de su tiempo, le dio a la joven música, a la sazón de 17 años en 1848.
En el hall de la cafetería del Auditorio de Galicia se puede leer un cartel que dice "Contra a violencia: Ameazas, Insultos, Control, Gritos, Humillacións, Abuso sexual" ¡Lástima que el ámbito competencial del mensaje se limite a la cafetería y no alcance a los actos culturales celebrados en el Auditorio!