Aspira a Mejor álbum de música clásica, Mejor composición clásica contemporánea (Concerto Venezolano de Paquito D’Rivera) y mejor arreglo (Crónicas Latinoamericanas de Daniel Freiberg).
Los días 17 y 19 de febrero la Tucson Symphony ofrecerá un concierto bajo la dirección de Manuel Hernández-Silva y con Pacho Flores como solista de trompeta.Para la ocasión se estrenarán en EEUU sendas obras de Roberto Sierra (Salseando) y Manuel Moreno Buendía (Boceto Sinfónico).
No me quedé muy impresionada con lo que escuché.La composición en España ha mejorado muchísimo, y ya no se escuchan las obras mal escritas que fueron habituales durante tantos años (y que siguen siendo una lacra en casi todos los compositores 'popes de la música española' como Tomás Marco en su Policías y ladrones, estrenado apenas dos días antes de este concierto), pero con unas pocas excepciones tampoco vi ideas interesantes.
Gran parte de la bibliografía de Carreño está dedicada a estudios de género.La discriminación como compositora era doble: no solo por el hecho de albergar en su catálogo un considerable número de música de salón, tildada como música menor, sino también por estar compuesta por una mujer
Con un director tan comunicativo y poderoso como Hernández Silva la ONE se encuentra cómoda y da lo mejor de sí misma.En Alicante fueron merecedores de las cariñosísimas ovaciones de un público que había agotado las entradas con semanas de antelación.
Auditorio de Galicia.Luis Julio Toro, flauta.Real Filharmonía de Galicia.Manuel Hernández Silva, director.Programa: Piotr Ílich Chaicovsqui, Serenata para cuerdas en do mayor, op.48;Rogelio Groba, Concerto no Lameiro (estreno absoluto);
Ya ha transcurrido más de un mes desde la participación de la Sinfónica Simón Bolivar1 en el Festival Iberoamericano "Sevilla entre culturas"2 y aunque una inoportuna bronconeumonía ha mantenido en el “dique seco” durante unas semanas a quien esto escribe, me parece que aún merece la pena dar cuenta de los conciertos de la Simón Bolívar, por su prodigiosa calidad y para paliar el desconocimiento generalizado de un fenómeno tan asombroso y superlativo, que es tan solo la punta del iceberg y el estandarte de una profunda revolución de la música clásica surgida y consolidada en un lugar insospechado para los “eurocentristas” y “primermundistas”, como es Venezuela.