En 150 fotos de 21 artistas, los modelos, casi exclusivamente femeninos, miran al objetivo de una mujer.Hasta ahora, un gran número de exposiciones sobre fotografía de moda han representado la visión masculina sobre el cuerpo femenino, a través de la cual se escenifican representaciones, a veces dudosas, de las prendas de vestir.
Escribir en el agua (título que se deriva de una carta escrita por John Cage el 8 de marzo de 1990) se estructura en un prólogo, titulado por Gerardo Jorge 'Para escuchar un siglo e imaginar otros';una Nota a la traducción;
Una de las virtudes de este libro es la de que no sólo acompaña de forma pormenorizada el recorrido biográfico, estético y musical de José Manuel López López, sino que lo hace poniéndolo en el contexto de las corrientes culturales y musicales desde las que surge (y en las que se enraíza) su música.
Elisa Vázquez Doval se ha lanzado a recorrer cuatro continentes para mostrarnos cinco buenos ejemplos de compositoras contemporáneas y actuales cuyas creaciones dotan de perfiles bien diferenciados a la composición femenina desde la Guerra Fría: sin duda, el periodo más fértil y reconocido en lo que a la creación musical femenina se refiere.
Las de Skriabin, Bartók y Chopin son algunas de las alfaguaras estilísticas que se asoman a la Suite nº 11, una obra con una gran amplitud de registros técnicos, que van de una concepción orquestal del piano, en la que escuchamos hasta instrumentos de percusión, a la presencia de los antes citados clústeres de antebrazos: un procedimiento que Scelsi ya había empleado profusamente en partituras como "Action Music" (1955), pieza referida a la pintura de acción de los expresionistas abstractos norteamericanos de los años cuarenta y cincuenta.
El inconfundible y distintivo discurso personal de Aaron Copland, en su vena más popular puede ser percibido como el sonido nacional de América.Hasta ahora es difícil imaginar que haya alguien que no haya sido conmovido por el noble sonido de su "Fanfare for the Common Man".
¿Qué desafíos encara un compositor del siglo XXI cuando se enfrenta a la música para piano, tras las cimas que en dicho medio han supuesto el último György Ligeti, la línea que surge con Henry Cowell y se expande hasta el presente vía John Cage, o la reconceptualización del instrumento a manos de Helmut Lachenmann?
Ten Fantasy-Pieces (after celebrated paintings) for Amplified Piano.Diez fantasías, por tanto, basadas en cuadros célebres (que en el libreto podemos contemplar, aunque en blanco y negro), lo que coloca a Crumb (como él mismo reconoce en sus notas para este compacto) en la estela de Modest Músorgski y sus Kartinki s výstavki (Cuadros de una exposición, 1874), de los que se considera (un muy digno, apostillaríamos nosotros) descendiente.
El lenguaje de Alberto Posadas chocaba con el piano a la hora de componer un ciclo tan extenso como éste en dos aspectos centrales: por un lado, la imponente literatura ya existente y la evidente dificultad de avanzar un paso sustantivo desde lo ya creado;
En un 2019 en el que programaciones orquestales, teatros de ópera, festivales y grandes sellos de música clásica se lanzarán a numerosas efemérides de cadáveres exquisitos, en Mundoclasico.com seguiremos celebrando a nuestros compositores vivos;