'Persiguiendo un sueño' es el concepto que vertebra la programación artística de la temporada 24/25, un viaje para soñar a partir del conocimiento, el arte y la ópera.
Thielemann es sin duda el mejor director wagneriano de los últimos veinticinco años.Lo afirmo y lo sostengo.Como escribiera el mismo Wagner, Thielemann narra “las desgracias y muerte...la miseria de Wotan...
La incomprensión del muy complejo entramado conceptual de 'Lohengrin' es lo que impide a la nueva de la Ópera de Baviera llegar a ser verdaderamente satisfactoria.El Wagner que oímos en esta producción tiene mucho de "grand opéra" a mitad de camino entre Gounod y Berlioz, pero no lo bastante de reflexión, ni de la desasosegada oscuridad propia del romanticismo alemán a partir de Weber y a la que la obra de Wagner no es ajena.
El público comenzó vivando histéricamente el primer acto, para parecer menos entusiasta luego del segundo.Y el final sin fuego mágico fue recibido con sonoras muestras de desaprobación que los responsables de la puesta en escena no recogieron porque, sabia o temerosamente, también en esta oportunidad decidieron no salir a confrontar a su público
The Meistersinger's staging of Jossi Wieler, Anna Viebrock and Sergio Morabito had numerous great ideas and a few terrible ones;it conjured a convincing world and populated it with well-realised characters, then allowed entire scenes to fall flat.
Bayreuth 2021 es un lugar donde el culto wagneriano parece evolucionar a un 'Wagner theme park': una agitada verbena wagneriana, una verdadera feria de atracciones.Si la actitud cultista tradicional ha causado tantos problemas a Bayreuth, sospecho que también la desesperada tendencia actual a recrear y renovar tiene sus inconvenientes
Jens-Daniel Herzog, whose new production opened recently at Dresden’s Semperoper, did not seem especially interested in arguments.His willingness to unearth interesting themes only to leave them unexplored resulted in a staging with a lot of wonderful set-up and a frustrating lack of follow-through.
Más allá de polémicas inútiles (¿realmente ha perdido Villazón el agudo de tenor?), merece la pena detenerse en el registro y ver qué ofrece.Comenzando por la dirección de Nézet-Séguin, de las más logradas de la serie, si no la más.
Ha habido quien ha fruncido el ceño ante música tan ‘decadente’, y para colmo de un compositor que acabaría su carrera como autor de bandas sonoras del cine de Hollywood… Como si esto último fuera un crimen o una prostitución, y como si Korngold, u otros como él, hubieran tenido alguna posibilidad de elección si querían seguir vivos y de algún modo en la profesión para la que estaban dotados.