Thalheimer muestra en consecuencia a Parsifal no como un vengador de Cristo, sino en la máscara completamente ambigua de un payaso, cuya mueca vuelve a estar maquillada de sangre.
Lo que en la película de von Trier se prolonga durante tres agobiantes horas se condensa aquí en 100 minutos de estudio social.La integración de los extraños, al principio vacilante y luego abierta, se convierte -prácticamente en mitad de la curva dramática- en odio abierto, violencia y abuso sexual.
Madame morirá sentada ante la mesa, tras la conmoción que le causara el caos provocado por la revuelta de sus criados.En fin, no se trata de un efecto demasiado contundente como para causar un gran impacto teatral, pero sí como para sonreír con el humor negro de la trágica situación.
El público lloraba literalmente de la risa porque la régie asimilaba explícitamente la trama de El Murciélago con los casos de corrupción y evasión de impuestos de los nuevos ricos de Renania del Norte Westfalia en nuestros días.
La puesta de Philipp Westerbarkei exacerbó a tal grado los ánimos del paciente público que concluyó, tras dos horas y media de desatinos escénicos, con estridentes y merecidos abucheos para la régie y calurosos aplausos para músicos y cantantes
Un beso bajo una gigantesca amanita muscaria no es lo que pueda decirse una bendición para una pareja de adolescentes enamorados y esto lo experimenta el público un minuto después de comenzar la función, sin obertura de por medio.
El universo teatral, operístico, musical y de ballet de Alemania es tan rico, amplio, variado y tan inclinado a la experimentación que el nuevo gobierno democristiano-socialdemócrata de la canciller Angela Merkel ha solicitado ante la UNESCO que sea declarado, en su conjunto, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Teatro de la Deutsche Oper am Rhein Düsseldorf.Ariadna en Naxos, ópera en dos partes de Richard Strauss con libreto en alemán de Hugo von Hofmannsthal, basado en "Le Bourgeois Gentilhomme" (El burgués gentilhombre) de Molière y el mito griego de Ariadna y Baco.