Fue todo un lujo contar con la voz del joven Alejandro Baliñas como Timur.Es el suyo un instrumento de gran rotundidad y frescura en la emisión, que se imponía a la orquesta sin dificultad y, a la vez, plegaba con buena técnica, como ocurrió en su última intervención.
De la escena de Leo Nucci se podría decir lo mismo ahora que hace diez, o cincuenta años: heredera directa del Zefirelli de La Scala en los años sesenta, completamente anclada en un pasado de muebles desvencijados, velas consumidas, áticos de París y nieve cayendo en el acto tercero.
Tuvimos un vestuario suntuoso, unos decorados fastuosos, luces magníficas y una coreografía convencional pero elegante y nada molesta.Los intérpretes actuaron bien o bastante bien y sobre todo pudieron cantar en paz.
La concepción de las arias de Celso Albelo fue irreprochable, con especial mención al Sueño, el momento más inspirado de la noche de todo el elenco.Su recordatorio tímbrico a Kraus no escondió las evidentes diferencias en cuanto a voluntad artística, mucho más rica y variada en Albelo.
La vigilia de Butterfly y Suzuki, junto con Dolore (el conocido y emotivo coro a bocca chiusa) arrancó del público un merecido aplauso.Por suerte, aquí no han llegado todavía los genios de la escenografía y no tuvimos que tragarnos ni Pasolinis ni escultores
De la ensalada de repartos anunciada para las siguientes funciones de 'Tosca’ elegí una en la que había cambio de los tres protagonistas y nueva dirección de orquesta.El resultado fue mejor, incluso porque no hubo silbidos sino alguna risotada y se pudo apreciar mejor el disparate
En Bruselas al parecer este montaje de Villalobos no generó tanta polémica.Tal vez sería de esperar que en el Liceu no se repusiera.Pero eso es mucho decir cuando se nos cuenta en gacetillas no sé cuántas cosas sobre este montaje poderoso y se nos asegura que veremos a grandes intérpretes y en el caso de la protagonista a las cuatro mejores cantantes que hoy encarnan a Tosca
La Gala del 175º aniversario fue más un concierto pensado para las sopranos que para otras cuerdas.Como también que fue una celebración del repertorio italiano con exclusión de otro.Pero me queda claro que, si hay mundo, habrá Liceu porque es un teatro desde su fundación a prueba de bombas e incendios como ha demostrado.
La ópera volvió a Tarragona.Se anunció mal y tarde, por lo que no ha de extrañar que el teatro presentara solo media entrada.La ópera no constaba en la programación de los teatros de Tarragona.¿Ineptitud?