El reparto fue encabezado por el impresionante dúo protagonista formado por María José Moreno e Ismael Jordi.Ambos brillaron a un nivel extraordinario pues, no en vano, llevan interpretando sus respectivos roles durante décadas
A través de sus miradas, gestos e incluso alguna incursión coreográfica, y de la mano de una extraordinaria dirección actoral por parte de Francisco López, podemos afirmar que Arteta hizo una creación única, con una actuación sobrecogedora en la última escena.
De paz interna lleva al oyente al sinfonismo del otro lado del Atlántico, y suenan ecos de Copland o Gershwin que se mezclan con ritmos más meridionales y populares de la cultura afroamericana.
Isamay Benavente se propone desarrollar el Teatro de La Zarzuela como un teatro público, inclusivo y comprometido con la igualdad de género a través de una gestión transparente y sostenible.
Una producción francamente hermosa, clásica en lo estético y tremendamente eficaz en cuanto a movimiento de actores, con la que los asistentes pudimos disfrutar al máximo de la maravillosa obra de Vives
Alejandro Roy volvió a dar una lección de máxima entrega sobre el escenario y destacó por sus agudos potentes y firmemente proyectados.La otra cara de dichas virtudes es la debilidad por debajo del mezzoforte y la incapacidad para articular en esa franja dinámica un fraseo mínimamente plausible.
En su reunión semestral, celebrada esta semana en el Palau de Les Arts de Valencia, Ópera XXI renovó su junta directiva, presidida en los dos últimos mandatos por el director de Festival de Peralada, Oriol Aguilà.
El trabajo de Francisco López es puro teatro.La concisión de la trama reducida a sus elementos esenciales -y, por ende, universales- proporciona una claridad a la historia al mismo tiempo que una condensación dramática impresionante.