El tercer proyecto que se salvó de las limitaciones
impuestas por la pandemia fue el del título que el Festival propone cada año al
cumplirse los dos siglos de su estreno. Claro que en vez de en el bellísimo
pero pequeño en las condiciones actuales Teatro Sociale de la Città Alta tuvo lugar
en el reconquistado y rehabilitado Teatro Donizetti de la Città Bassa. Una ópera bufa
de esa época, la cuarta (para algunos tercera) del autor, no permitía abrigar
muchas expectativas, aunque al menos no hemos tenido, como en el caso del Enrico de Borgogna (sin duda más
interesante en lo musical) una ópera ‘semiseria’ o ‘heroica’ convertida casi en
su contrario.
Con mucho movimiento y algunos gags de efecto y en
otros casos la inevitable ‘actualización’ que en estos casos se puede ver con
simpatía sin advertir siempre cuál es el ‘valor añadido’…
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