250 aniversario de Ludwig van Beethoven

Aquel que no sabe es como aquel que no ve

Xoán M. Carreira
martes, 29 de diciembre de 2020
Las nueve sinfonías de Beethoven © 2020 by fórcola Las nueve sinfonías de Beethoven © 2020 by fórcola
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El año beethoveniano está a punto de concluir con escasas contribuciones bibliográficas en castellano, tres obras colectivas de las que daremos cuenta en semanas sucesivas y dos libros, Beethoven, un retrato vienés de Arturo Reverter y Victoria Stapells, Las nueve sinfonías de Beethoven* de Marta Vela, que lleva el ambicioso subtítulo La evolución del genio a partir de su discurso orquestal y se abre con una cita de Heinrich Neuhaus que parece haber inspirado las perspectivas, las estrategias y los objetivos de Vela: 

Mi corazón y mi espíritu me dictan una cierta concepción de Beethoven. Me gusta, me inclino ante él, lo considero el acontecimiento más relevante de mi existencia. Sé que ha sido un creador, que ha sabido expresar algo que no existía antes de él.

Pieza enlazada

Marta Vela, profesora en la Universidad Internacional de La Rioja, pianista y escritora, está licenciada en Filología Hispánica y titulada en piano, dirección de orquesta y pedagogía musical. No manifiesta haberse formado en ciencias históricas ni en musicología, lo cual se refleja en las carencias epistemológicas de Las nueve sinfonías de Beethoven, un libro tan rico en opiniones como pobre en argumentos. 

Las nueve sinfonías de Beethoven se estructura en trece capítulos más una personalia, notas, bibliografía e índice onomástico. El libro está prologado por el periodista Blas Matamoro, quien afirma que 

Marta Vela trabaja desde la historia de la música pero va más allá y también más acá de dicha disciplina. Va más allá porque señala varios temas de índole conceptual y teórica acerca de la sinfonía. Y viene más acá porque nos muestra a Beethoven como un vivaz hombre moderno, que siempre se actualiza apenas escuchamos su música. 

Efectivamente, Las nueve sinfonías de Beethoven incluye cuarenta y siete ejemplos musicales -tomados de obras de Beethoven, Haydn, Mozart, Schubert, Mendelssohn y Mahler- intercalados en el texto del libro pero no siempre referidos con el discurso principal del mismo, que apenas roza el análisis musical científico. Estos ejemplos musicales a menudo parecen ilustrar los abundantes y gratuitos excursus sobre correlaciones entre obras diversas que Vela propone pero no argumenta. 

La bibliografía recoge cincuenta y siete libros y tres artículos, pero en el texto sólo se mencionan tres de los libros, ¡Vela sólo ha utilizado el cinco por ciento de la bibliografía que menciona! Lo cual podría tener sentido si se considera que sólo veinticinco de esos libros son monografías beethovenianas y sólo cuatro de ellos son obras de referencia frente a siete libros de colecciones de quiosco, nueve anticuadas historias generales de la música y un par de voluminosos biopics de calidad lamentable. Desde esa perspectiva, lo lógico es que Vela no utilice unas publicaciones inútiles para sus fines, pero sigue resultando incomprensible que las incluya en la bibliografía de su libro. 

Más sorprendente resulta comprobar que en el texto se toman múltiples referencias de autores y libros que no figuran en la bibliografía, el caso más llamativo es el de Anton Schlindler: ninguno de sus cuatro libros biográficos de Beethoven figura en la bibliografía, a pesar de que Vela utiliza en veintiocho ocasiones textos de Schlindler

Por el texto encontramos préstamos de Barry Cooper, Constantin Floros, William Kinderman, Ludwig Lockwood, Robert Winter, David Wyn Jones y otros maestros de las investigaciones beethovenianas, ausentes tanto en la bibliografía citada por Vela, como en las notas. En ambos lugares es clamorosa la ausencia de cualquier mención a la monumental Ludwig van Beethoven Leben de Alexander Thayer, cuya lectura le hubiese ahorrado a Vela ser víctima de «los charlatanes literarios cuyas novelas se inclinaban a destruir el interés en la veracidad de la historia»*.

A pesar de que Vela hace uso frecuente del epistolario, los cuadernos de conversación y los diarios de Beethoven, no incluye en la bibliografía ninguna de las ediciones críticas de esos escritos, no justifica la fuente de la cual tomó esos textos, y no aclara si son textos originales, de segundas o terceras fuentes o, incluso, si son espúreos. 

Por otra parte, ni en la bibliografía ni en el texto, Vela menciona -ni parece usar- ninguna monografía de referencia sobre Las nueve sinfonías de Beethoven, ni individual ni colectivamente ¡Ni siquiera una alusión a la admirable Beethoven's Symphonies: An Artistic Vision (Harvard University: 2015) de Lewis Lockwood! 

Tampoco cita Vela ninguna edición (crítica o práctica) de las partituras de Las nueve sinfonías de Beethoven, de modo que el lector no llega a saber qué fuentes usa para sus ejemplos musicales ni la fiabilidad de los mismos. Me desconcierta especialmente el séptimo capítulo dedicado a la Sinfonía en do menor op 67, que contiene diecisiete ejemplos musicales y no menciona ninguna edición ni ninguna monografía, ni siquiera la publicada (2018) por la propia Vela en la cual, por cierto, parece ignorar el imprescindible libro de Matthew Guerrieri* sobre la Quinta sinfonía.

La personalia, denominada "Pequeña guía biográfica", incluye ochenta y siete nombres, frecuentemente sin que Vela justifique su relación con Beethoven, a menudo inexistente según el actual estado de nuestros conocimientos* e imposible en varios casos, dado que algunas de estas personas habían muerto mucho antes de nacer Beethoven.

Las nueve sinfonías de Beethoven se caracteriza por la debilidad e incoherencia de su discurso, que mezcla las evidencias con lo inventado, y los hechos con las ocurrencias, que no se preocupa en fijar el tiempo, el lugar ni los actores de los episodios descritos. Se trata de un discurso característico de las narraciones fantásticas en el cual no es preciso justificar las citas ni las referencias:

Una vez tomada la dolorosa decisión de continuar viviendo, Beethoven se vio envuelto en una espiral creativa que alumbró, entre otras obras, la Tercera Sinfonía, a la que podemos considerar la primera obra sinfónica del siglo XIX, que  Beethoven definió en su correspondencia de aquella época, con su habitual clarividencia artística, como «un nuevo camino»*.

El estilo literario del libro es pobre, monótono y oscuro, sin que Vela consiga empañar esos defectos envolviéndolos en gruesas capas de pedantería retórica:

Buena parte de la música orquestal de Beethoven, de alto contenido descriptivo, está inspirada en textos de grandes poetas -de ahí la consideración de Liszt, en cuanto a Beethoven, como el «primer poeta musical» de la historia-, a saber, Goethe (Egmont, Fausto), Schiller (Oda a la Alegría de la Novena), Shakespeare (Coriolano) o los antiguos griegos, Homero, Plutarco, Epicteto ..., cuyo estoico mundo hubiera querido plasmar en la Décima Sinfonía. La obra sinfónica de Beethoven nos muestra los trasuntos admirados por el compositor -a saber, Prometeo, Napoleón, Coriolano, Egmont ...-, a lo largo de sus nueve sinfonías, y descubre la transformación interior del artista desde el ambicioso aprendiz de la Viena prenapoleónica, en las sinfonías Primera, Segunda y Cuarta, hasta el hombre maduro que anhela la reconciliación con la humanidad tras una larga vida de luchas agotadoras, en la Novena; pasando por el Beethoven heroico que llega a lo más alto desde sus humildes orígenes, en la Tercera; El Beethoven que se enfrenta al destino de su sordera, en la Quinta; el Beethoven pastoril, en la Sexta; el Beethoven marcial de la Séptima, defensor de los estados alemanes frente al poderío militar francés; y finalmente, el Beethoven del pasado con la peluca almidonada como su maestro Haydn, en la Octava ..., frente a una sola heroína, la tan ansiada y nunca hallada Eleonora [sic] -de la ópera Fidelio-, paradigma femenino, en el sentir del compositor, de valentía y virtud*

El mejor ejemplo de la pobreza intelectual del libro de Vela lo encontramos en las veintitrés páginas que dedica a la Décima Sinfonía, "Inacabada", en las cuales no es capaz de informar con claridad ni precisión sobre la cuestión, limitándose, una vez más, a mezclar su fértil imaginación con información original de Lockwood, tomada directamente de Beethoven's Symphonies: An Artistic Vision*sin citar la fuente, ni siquiera en la única ocasión en que Vela menciona el nombre de Lockwood en una alusión explícita a la nota 19 de la página 256 de Beethoven's Symphonies: An Artistic Vision:

La mencionada reconstrucción de Cooper a partir de manuscritos originales fue puesta en tela de juicio en el momento de su publicación -en particular, por Robert Winter, pero también por parte de Lewis Lockwood*.

El que no sabe, es como el que no ve: a veces encuentra cosas avanzando a las apalpadas.

Notas

1. Marta Vela, «Las nueve sinfonías de Beethoven», Madrid: fórcola, 2020, 220 páginas de texto y ejemplos musicales, 24 páginas de ilustraciones. ISBN: 978-84-17425-50-0

2. Henry Edward Krehbiel (1917) sobre Alexander Thayer. Krehbiel fue el editor de la traducción inglesa (1921) actualizada y ampliada de «Ludwig van Beethoven Leben» de Thayer.

3. Matthew Guerrieri, «The First Four Notes: Beehoven's Fifth and the Human Inagination», New York: Random House Inc., 2012, 359 pages. ISBN 978-0307593283

4. Dicha relación no existió en casos como los de Marie D'Agoult, Nikolaus Esterházy, François-Joseph Gossec, Ferdinand Hiller, Leopold Hofmann, Anselm Hüttenbrenner, Franz Lachner, Johann Friedrich Reichardt, Johann Peter Salomon, Franz von Schober, Johann Stamitz, o Larl Toeschi, entre otros.

5. Marta Vela, «Las nueve sinfonías de Beethoven», página 53

6. Marta Vela, «Las nueve sinfonías de Beethoven», páginas 184-185

7. Lewis Lockwood, «Beethoven's Symphonies: An Artistic Vision», New York: WW Norton & Co., 2015, 304 pages. ISBN 978-0393076448. Véanse los documentos reproducidos por Lockwood en la nota 20 de la página 236, y la nota 19 de la página 256 y compárense con el esquema publicado en la página 234 del libro de Vela.

8. Marta Vela, «Las nueve sinfonías de Beethoven», página 178.

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