Chequia
Festival Janáček 2022Las Cartas íntimas del Pavel Haas Quartet
Robert Ferrer Llueca

El pasado 2 de noviembre se
inauguraba en la capital morava el 8º Festival Internacional de Ópera y Música Janáček Brno 2022,
subtitulado “Quo vadis”, y que concretamente para esta edición presenta grandes
producciones operísticas nacionales e internacionales de títulos janáčekianos
como Desde la casa de los muertos, Katia Kabanová o El caso
Makropulos, además de varios conciertos sinfónicos extraordinarios, música
de cámara y recitales. En los próximos días iremos reseñando algunas de las
actuaciones más destacadas del presente festival.
Uno de los conciertos más esperados de la serie de
música de cámara era sin duda el del Pavel Haas Quartet, después del éxito de
su participación en la edición anterior del festival hace ya dos años, en la que
también pudimos estar presentes. En esta ocasión, y como
primera parte del concierto antes de abordar la interpretación del célebre Cuarteto de cuerda núm. 2 de Janáček, nos ofrecieron dos interesantísimos
cuartetos de Smetana y Prokofiev.
En primer lugar, se interpretó el Cuarteto de cuerda núm. 2 en re menor JB 1:124 de Bedřich Smetana, compuesto en 1882-83, y por tanto una obra todavía del siglo XIX, pero con procedimientos compositivos que ya apuntan más hacia adelante, sonoridades típicas de Smetana (no podemos olvidar aquí los pasajes solistas y el especial tratamiento que hace de la viola, su instrumento), no excesivamente difícil técnicamente, aunque bastante exigente en lo propiamente expresivo.
El Pavel Haas Quartet nos ofreció una
interpretación muy cuidada y correcta del cuarteto de Smetana, demostrando a lo
largo de los cuatro movimientos su interés en la búsqueda de un discurso
musical completamente narrativo. Ya desde el principio del concierto, los
cuatro intérpretes demostraron su virtuosismo y cohesión como grupo mediante un
sonido compacto y produciendo grandes contrastes dinámicos y entre las
secciones más melódicas o rítmicas. También debemos destacar su empeño en resaltar
los planos
sonoros, así como las excelentes preparaciones de las progresiones y puntos
culminantes de la obra, todo lo cuál producía en el oyente la placentera
sensación de que todo estaba en su sitio.
La segunda obra del programa era el Cuarteto de cuerda
núm. 2 en fa mayor (sobre temas de Kabardia) op. 92 de Serguei Prokofiev.
Compuesto a finales del año 1941, ya en pleno siglo XX y durante los convulsos
años de la Segunda Guerra Mundial, este cuarteto en tres movimientos, escrito
por Prokofiev a instancias de las autoridades culturales soviéticas mientras el
compositor se encontraba evacuado en Nálchik, emplea temas y ritmos procedentes
de la región de Kabardia, al igual que la Sinfonía nº 23 de su
compatriota Nikolái Miaskovski. La interpretación del cuarteto de Prokofiev (y
la del posterior de Janáček) ofrecida en este concierto por el Pavel Haas
Quartet demostró que el grupo se encuentra mucho más cómodo en el repertorio
del siglo XX, en comparación con su aproximación previa a Smetana. También aquí
hicieron alarde de virtuosismo y control técnico de sus instrumentos,
destacando especialmente los distintos solos de violín I y violoncello. A
resaltar el absoluto disfrute de los músicos en el casi grotesco tercer
movimiento, de mayor dificultad técnica que los dos anteriores, que provocó un
gran aplauso como cierre de la primera parte del concierto y nos dejó
totalmente expectantes ante lo siguiente, una segunda parte protagonizada completamente
por Janáček.
Y finalmente llegó el Cuarteto de cuerda núm. 2
“Cartas íntimas” JW VII/13 del compositor moravo, sin lugar a dudas lo mejor
de este concierto. Del primer movimiento, en la interpretación del Pavel Haas
Quartet debemos destacar la extremada delicadeza de los armónicos, así como de
nuevo su especial hincapié en resaltar los elementos contrastantes: diferencias
dinámicas, contrastes tímbricos (también en el tercer movimiento), pasajes más
líricos versus pasajes más rítmicos, etc. Todo ello se apuntaba ya en Smetana,
pero con Janáček se llevó al extremo. Salvo algunas reservas en la afinación
general de unos pocos pasajes en registro más agudo, todo estuvo fenomenal,
destacando de manera especial la extraordinaria interpretación del segundo
movimiento, caracterizado por su lirismo expansivo y la presencia de pasajes
instrumentales que nos recuerdan a composiciones janáčekianas anteriores como
las óperas Katia Kabanová y La zorrita astuta, o incluso la Sinfonietta.
En definitiva, éxito clamoroso e indiscutible para esta nueva actuación del Pavel Haas Quartet en el marco del Festival Janáček, atronadores tremolos del cuarto movimiento del segundo cuarteto de Janáček que acababa de terminar, en conjunto una impresionante interpretación que culminó con muchos aplausos y parte del público en pie mientras en Brno anochecía inexorablemente.
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